Había una vez dos gotas de agua, eran del mismo tamaño y forma pero habían nacido en días diferentes. Un día se preguntaron mutuamente que harían de su vida.
La primera dijo rápidamente:
-Yo deseo ser un mar-
Y la otra con más tranquilidad pensó en silencio:
-Sería maravilloso convertirse mar pero me parecería a ella- Entonces no dijo nada y solo escuchó, mientras la otra hablaba y hablaba.
Los días de lluvia vendrían, ésta era la oportunidad de crecer y efectivamente así fue, la primera gota se hizo grande, cambiando día con día. Mientras la segunda se movía en silencio.
Los animales las veían y mientras una alardeaba de su grandeza, la otra permanencia callada. Finalmente la primera pudo llegar al mar, pero en su trayectoria destruyó árboles, plantas y casas, aunque eso no le importó, ahora era parte del mar, imponente y poderoso.
La segunda gota siguió sin hablar, había crecido, pero no lo suficiente, pues en su camino dio de beber al sediento, baño al necesitado y limpio los males del ser humano. Pasó el tiempo y se encontraron nuevamente, entonces la gota convertida en mar exclamó:
-Mi sueño se cumplió, de ser una simple gota a poder ser un inmenso mar-
La gota reía satisfecha, había logrado su meta y buscando a la otra gota pregunto:
-¿Y tú? ¿Ya dirás algo?-
La segunda gota de agua casi desaparecía pero por fin habló:
-Yo también tuve un deseo, pero dude al principio y guardé silencio, entonces decidí voy a ser brisa para tocar el rostro de la gente, también seré lluvia para dar de beber a todo ser vivo en la tierra y nube para volar, viajar, conocer y estar en todas partes al mismo tiempo. Finalmente decidí no dejar de ser gota porque eso es lo que en realidad soy ¡Una gota tan grande como el mundo entero!
Autor
Mauricio Zamora
Seudónimo
Corazón de Muñeco
Acústico Producciónes México