Podrá iluminar completamente toda su belleza
Aquella alcoba de color blanco y perlas marinas
Será testigo de su cuerpo su esencia y grandeza.
Sabanas de seda y almohadas muy suaves
Floreros de plata y cuadros con lienzos pintados
Muestran el vivo color de las aves
Y podrás mirar dos cuerpos muy bien abrazados.
Al frente los mirara un espejo de reojo
Con líneas y ornamentos por las esquinas
La ropa interior de ella es de color rojo
El aroma que invade es de flores muy finas.
Se logra oír el ruido de un reloj muy viejo
De engranes gastados por viajes distantes
En horas enteras ha dado consejo
Sonando a cada hora y nunca antes.
Aquella mesita de cristal cortado
Posee un toque y estilo del siglo pasado
Se han posado en ella dos copas de vino rosado
Donde notaras la marca de los labios del ser tan amado.
Tomados de la mano y mirando de frente
Se nota el respirar lento y pausado
Solo el latir de dos corazones se siente
Y esa es la música que enciende el silencio callado.
Lluvia o tormenta no ha de importar
No existe tiempo para cuando se ama plenamente
Cuando el fuego del amor ha de explotar
Deleitarse y saborearse deberá ser dulcemente.
Pasión al amor y a los grandes detalles
Ilusión por soñar y vivir los momentos
Cuando se oigan las aves cantar por las calles
Los dos despertaran al nuevo día sedientos.
Amarse más será lo primero que piensen
Sin soltarse lo harán y con grande deleite
La pasión surgirá en el alma la sienten
Y se encenderá una vez más como fuego creciente!
