miércoles, 30 de marzo de 2016

La Perla en la Roca

-Saldré a tierra y caminaré por el mundo- Rafael era un joven tiburón, soñador y decidido.
-Deseo sentir el roce del viento, el calor del sol y ver más allá de las montañas- hablaba con un sabio pulpo gris, que atento solo se limitaba a escuchar.
-Quiero correr, brincar, mirar ¿Y porque no? Vivir en el campo y dejar el mar- El pulpo conocía aquellas palabras, él mismo las había pronunciado de la misma manera mucho tiempo atrás.
-¿Qué debo hacer?- preguntó interesado. El pulpo deseaba poder ayudar, contribuir en aquél anhelo y había una posibilidad. Pero el costo sería muy caro... La vida misma.
-La perla en el corazón de la roca- exclamó el pulpo.
-Si la consigues, podrás darla a cambio de lo que desees- El tiburón no sabía de aquello, por lo que pregunto presuroso.
-¿Dime donde la consigo?-
-La perla en la roca es muy extraña, nadie la ha encontrado, se dice que solo la puede ver un ser enamorado profundamente- El tiburón, sabia de la palabra amor, pero no lo había sentido. Entonces como la encontraría.
-En la parte más profunda del océano, ahí deberás empezar a buscar- El tiburón no lo dudo y salió velozmente sin escuchar más.
-¡Rafael! ¡Espera!- grito el pulpo sin ser ya escuchado.
-¡Hay un problema, la perla solo te da un día de vida!- Rafael no oyó esto último. Se había marchado.
La inmensidad del océano se habría paso ante los ojos de Rafael, cosas jamás vistas antes.  Había montañas bajo el agua, flores marinas y muchos otros peces. Una sirena apareció entonces, era presa de un grupo de medusas, Rafael sabía de la existencia de ellas, pero nunca las había visto. La sirena era hermosa, muy muy hermosa.
-Ayúdame- grito con fuerza
-No quiero morir- decía afligida.
Rafael no lo pensó mucho y se abalanzó sobre las medusas. Fue un enfrentamiento mortal, pero aun así logró salvar a la sirena. Rafael estaba envenenado. Moriría si no se le atendía a tiempo. En unos pocos minutos perdió la razón. Pasaron las horas, los días. Era de mañana cuando despertó.
-Donde estoy- pregunto., pero cuando habría de mirar a su alrededor pudo contemplar de nueva cuenta la belleza de la sirena.
-Soy Estefanía,  la hija y princesa del Reino de las sirenas - Rafael estaba asombrado. Su corazón latía apresuradamente. Pasaron algunos días más, Rafael explico sus deseos, gustos y sueños. Pero llego el día de partir. La sirena cómo agradecimiento le dio un collar a Rafael. En sus ojos contenía el llanto. Se había enamorado del tiburón. Pero no se atrevía a decirlo. Rafael se fue al fondo del mar. Sentía tristeza y soledad. Sabía a lo que iba pero ahora dudaba.
Metros adelante llegaría al fondo del océano. Se sentó y recordó todo lo sucedido, en su mente imagino a la sirena y lloró por ella. De pronto un brillo llego a sus ojos. La perla de la roca apareció. Era un sol bajo el mar. Aunque era custodiada por una serpiente marina. Rafael se acercó.
-Que deseas a cambio por la perla- preguntó
-El collar que traes- dijo la serpiente con clara ambición en los ojos.
-Una perla por todas esas tuyas- El tiburón titubeo., era el único regalo que tenia de la sirena. Pero quería caminar sobre la tierra y tendría que pagar. La serpiente hizo el cambio y Rafael regreso.
Con la perla de la roca llego a la playa. Antes de salir recordó a la sirena y se estremeció. Rafael se había enamorado. Ahora era decidir si se iba o no. Sus deseos de cantar, mirar, tocar estaban a un paso, pero quedaría atrás el amor por la sirena. Miro la perla y con todas sus fuerzas la tiró a la playa. Sabía lo que quería. Entregar su amor a la sirena.
Pero para su sorpresa, la sirena estaba detrás de él. La miró y le dijo que la amaba. Que la amaba desde el primer momento en que la vio. La sirena se puso feliz., y saco un collar igual al que le había regalado antes.
-Toma y póntelo, es igual al mío- Los dos se tomaron de la mano y salieron del mar. El collar les dio cuerpo de humanos. Caminaron, corrieron y brincaron. Disfrutaron y conocieron. Las perlas no quitaron su vida. Al contrario los llenó de placeres. Y podían ir y venir. A la tierra o al mar...  Pero definitivamente esas perlas los llevo al cielo.



Tener una perla es igual que un sueño., que entregado con amor siempre se hará realidad y de un valor inigualable



jueves, 10 de marzo de 2016

El Duende Ambicioso

Un vagabundo caminando encontró un día tres cofres. Estos habían quedado al descubierto después de una fuerte lluvia. Estaban colocados a los pies un frondoso árbol., Uno tenia monedas de oro, otro carbón y el tercero estaba vacío. Presuroso se acercó pero un pequeño duende le salió al paso. Lo miro y le dijo -veo que eres un pobre vagabundo, aquí tengo tres cofres para ti, elige uno, piénsalo muy bien ¿dime cual quieres? y te lo podrás llevar ¡pero solo sera uno! ¡elige!- el vagabundo se quedaría pensando unos instantes y el duende agregó -cada cofre tiene un precio ¡y muy caro! el vacío te costará el alma., el que tiene en su interior carbón... ¡tu corazón! y el lleno de oro... ¡tu paz!- el vagabundo se quedaría asustado al saber lo que debería pagar por cada cofre. -En verdad el pago es muy alto- exclamó mirando al duende, que debería hacer., era una decisión muy difícil, perdería el alma por nada, dejaría el corazón por un trozo de carbón, y ya no tendría paz en su vida pero a cambio seria inmensamente rico. 
El duende permanecía quieto, mirando las reacciones del vagabundo, en su interior se reía. Pasaron unos instantes y el vagabundo hablo -eres un duende malicioso, pero yo tengo una oferta también para ti, llevo tres bolsas cargando conmigo, una a cada costado de mi cuerpo y otra en la espalda como tu podrás mirar ¡elige una! y yo elijo un cofre- el duende reacciono incrédulo, el vagabundo se atrevió a desafiarlo -crees que eres mucho mas astuto que yo ¡está bien! quiero la bolsa que traes en tu espalda- el vagabundo la colocó en el suelo y dijo lo siguiente -yo no quiero oro porque mi paz vale mucho más que eso- y de una de sus bolsas que iba llena de tierra cubrió con ella el cofre de monedas de oro -tampoco deseo un cofre vacío porque mi alma nunca ha sido vacía- el duende pensó que tenía en sus manos al hombre, solo quedaba un cofre, el lleno de carbón y su precio seria el corazón del vagabundo. 
-has sabido elegir muy bien, solo queda el cofre de carbón, tuyo es a cambio de tu corazón- el vagabundo entonces habló -aquí en el piso esta la bolsa que te corresponde ven y mira lo que hay para ti- el duende ambicioso se acercó a la bolsa y para su sorpresa estaba llena de diamantes -entra a sacarlos son tuyos- expreso el vagabundo y como la bolsa era mucho más grande que el duende, éste metió todo su cuerpo y el vagabundo lo atrapó muy fácilmente. Adentro el duende gritó -no podrás vencerme tengo tu corazón y con el tu vida en mis manos- el vagabundo muy seriamente agrego -mi corazón es fuego puro, braza indomable de pasión y esperanza- el vagabundo camino hacia los cofres, el duende sintió un brusco movimiento y fue metido al cofre lleno de carbón, el cual había sido encendido por el fuego existente dentro corazón del vagabundo. 
La lluvia cayo de nuevo, lavo las monedas de oro y apago el fuego del cofre. El duende había desaparecido. El vagabundo dejó el oro y los diamantes, pero se llevó el cofre vacío en apariencia, porque tenía lo más valioso.,aunque invisible, guardaba en su interior su alma.!!




martes, 8 de marzo de 2016

FAUSTO

Un cuento de vida

Aquel gato tenía un don., él no lo sabía  pero así era., una mañana salió en busca del lugar donde nace el sol y encontraría además la  "flor de los sueños" ¿pero quién era este gato., que todos mencionarían al paso del tiempo? Yo se los contare:
Había nacido humilde., en un viejo granero a las afueras del pueblo., su madre lo había criado a su manera., de espíritu libre., soñador y entusiasta., no hay escuela de gatos., ellos aprende de lo que ven o viven., de pequeño lo llamaba "fausto" su hogar no era diferente al de los demás., él sí lo era., por las mañana subía a lo alto de la colina para ver el amanecer., le causaba admiración el resplandor del sol naciente., y la fragilidad sutil del aire al tocar tan suavemente su rostro., sentado soñaba, imaginaba, pensaba en que habría allá en la distancia., donde salía diariamente  el sol. El éxtasis era notorio es sus ojos., la pasión y la admiración lo envolvían. Esta rutina la hacía cada uno de los días., llenándose de inquietudes y nostalgia. Su madre lo observaba., ella era la mamá que todo hijo desea tener., lo cuidaba, lo mimaba, le hacía ver la vida tal cual era., difícil en ocasiones pero hermosa   la mayoría de las veces. Fausto sabía y comprendía algunas cosas., pero le faltaba mucho más por aprender. Y lo haría ese es el destino de todos. Los días pasaban fausto crecía y con él los sueños también., sueños de libertad, de búsqueda. Tenía interrogantes, inquietudes propias., pero en su pequeña alma no buscaba la desobediencia., ni la rebeldía. Deseaba comprender y ser comprendido... El día aquel amaneció, fausto miro a su madre., y sus primeras pensamientos fueron -tengo que decírselo, debo preguntarle, ella ha de saber- por lo que dijo así - mamá ¿qué hay más allá de donde nace el sol?-  la mama de fausto sabía que preguntaría., y estaba preparada para darle sólo algunas respuestas. Y por lo mismo dijo -querido hijo., el mundo es inmenso demasiado grande para explicarte en pocas palabras lo que es., solo tu podrás descubrirlo., lo que si te diré, allá hay tantas cosas que los hombres y los animales luchan, pelean por conseguirlas, y solo el más inteligente entiende la realidad de la vida- la mama se pasó varios minutos explicando a su manera lo que fausto pregunto. Y finalmente agrego - hijo mío ve y conoce, pero antes de partir llévate este obsequio mío- su madre sacó de entres sus pertenencias una hermosa piedrecita de un color café. Y agregó - mira bien esta piedra y escucha., cuando allá peligro su color se volverá negro y si existe paz aclarara., pero cuando allá amor verás lo más increíble se tornara de rojo- fausto asombrado no entendía aun la importancia de tal magnífico regalo., solo sentía en su mente inquietudes, y gran cantidad de preguntas. Esa noche durmió., tenía su regalo bajo la almohada., era su tesoro el más preciado hasta ahora., pues había sido el regalo de su madre. Al llegar la mañana partió rumbo a la colina., llevando solo lo indispensable., pero no olvidando su regalo. Madre e hijo se despidieron con solo una mirada y un abrazo tierno. Al llegar a la colina., la maravilla del día estaba por mostrarse., un sol radiante y cálido se veía brotar en la distancia., por lo que fausto emprendió su marcha., como todo gato., disfrutaba de correr., así que si tenía ganas corría., y sino caminaba., pero no perdía ni un instante en admirar todo a su paso. Jugueteaba, cantaba, bailaba, pues a eso había salido. El camino era suyo y no lo iba a desaprovechar., de vez en cuando revisaba si llevaba su regalo. Pasaría un buen tiempo cuando por el camino encontró a un gato montés. Fausto era un gato pequeño pero muy educado., y al verlo detuvo su marcha y pregunto - señor., ¿este es el camino que lleva a donde nace el sol?- el gato montés era misterioso., sus ojos insípidos., y su atuendo nada agradable, por lo que respondió - ¿quieres respuestas? ¿Todo tiene un precio? Cuánto vale la respuesta a tu pregunta?- fausto no entendía., pagar por llegar a algo que nace todos los días y que es de todos. -¿dime que tienes para darme a cambio?- fausto sabía que nada tenía solo el regalo de su madre., lo tomo con su mano y oh! sorpresa la piedra negra era., el gato montés no la había visto., fausto comprendió la situación y sin decir nada salió corriendo lo más veloz que pudo., al cabo de varios minutos consiguió de nuevo la calma., y siguió su camino. Miro la piedra y esta era clara. No entendía lo que ocurría, pero entonces empezó reflexionar., la maldad se vuelve negra., la paz y tranquilidad es clara., muy interesante... Y siguió su camino. Los días había transcurrido tranquilos, el camino mostraba la majestuosidad del mundo... Fausto caminaba., pensativo, concentrado., cuando vio a una paloma en el suelo., se había lastimado una de sus alas., ya no podía volar., por lo que se apresuró en acercarse y preguntar en que podía ayudar., la paloma lo miro y exclamo -no me lastimes., sé que los gatos llegan a comer aves., pero yo estoy indefensa y no puedo volar- fausto la miro., como pudo la levantó y coloco en un lugar seguro - aquí estarás a salvo para recuperarte., y en unas horas más podrás volver a volar- la paloma agradecida dijo -tu noble gesto será bien pagado., sigue por ese sendero y al llegar a lo alto de la montaña encontraras lo nunca nadie ha visto., hay un camino angosto., síguelo., y al llegar al final encontraras una de las Flores más bellas., que tus ojos no dejaran de admirar.,  pero nada más está permitido cortar una., hazlo así y tendrás lo que siempre has soñado- fausto agradecido siguió su camino., y al poco tiempo llego hasta lo más alto de la montaña., y efectivamente una flor tan hermosa vivía ahí., y recordando las palabras de la paloma tomó sólo una y la llevó consigo.. Ahora llevaba dos regalos., la piedra y la flor.
Pasaron los días y el sol nacía siempre en el mismo lugar., pero fausto no lograba llegar a donde se guardaba antes de salir., cansado ya de caminar., pensó en regresar.,  esa noche detuvo su marcha y durmió., había llegado hasta el mar., temprano abrió sus ojos y vio por primera vez lo que tanto deseaba., el sol no nacía se ocultaba en el horizonte., para volver a salir., y su brillantez era tal que cegaban la vista. Fausto pensó - llevare un rayo de luz a mi madre., un digno regalo para ella- una perla del mar brillaba a la luz del sol., la tomo y la guardo. Y emprendió el regreso. En su camino a casa se topó con un conejo caminante., y este le pregunto., - ¿gato que llevas ahí?- fausto respondió - una piedra, una flor y una perla - pero el conejo respondió - no es cierto., tu llevas., la flor de los sueños., el corazón de la roca., y la luz del alma- fausto no entendía nuevamente., - esos objetos son muy valiosos., solo se dan a un ser especial., a aquel que tiene el don de la sabiduría, el amor y la inteligencia. Eres un gato muy afortunado- fausto agradecido se alejó rumbo a su hogar.,  ahora corría velozmente., su afán era volver y contar a su madre lo aprendido... Pero el destino le tendría una desagradable sorpresa., su madre en cama agonizaba., fausto había salido muchísimo tiempo., ahora era un gato adulto. Entró a su hogar., la miro y lloró., ¿debería de arrepentirse? Sentirse culpable por buscar sus sueños. Su madre sonreiría por última  vez., al mirar a su hijo., lo tomo de la mano., y con voz tierna lleno ese vacío en el alma de fausto - la piedra que te di es mi corazón de madre por cuidarte de la maldad del mundo., yo sabía que encontrarías la flor de los sueños., la motivación por todo lo que desees., por la belleza del espíritu., y la perla del mar, es la luz que alumbrara diariamente tu camino para que no tropieces y si sucediera puedas volver a levantarte y día a día triunfar.. Esas fueron las últimas palabras de la mama de fausto… ese día murió.

El tiempo paso., Flores blancas eran adorno a la memoria de su madre., una mañana fausto subió a la colina., pero al llegar se percató que no estaba solo., una hermosa gatita de ojos cafés se encontraba admirando la belleza del sol al salir., a fausto el corazón latió rápidamente., y sin saber porque saco la piedra que su madre le había regalado y valla sorpresa esta era color roja., se acercó y sentándose junto a ella dijo: -el amor nace con el amanecer del sol., y se adorna con las Flores de los sueños- Fausto el gato tenía el amor a su lado... y de esto todos hablaran por muchísimo tiempo. 

Desobediente

( Reflexión )


Le había inyectado su veneno; fue tan sorpresivo el ataque que no se lo esperaba; quien diría que la muerte estaba a escasos minutos; vivir o dejarse morir; rápidamente un desfile de pensamientos pasaron por su mente. Carlos., era un joven de escasos quince años., esa tarde había desobedecido una orden., y se introdujo de manera imprudente en el  bosque., ahora tenía un grave problema por resolver y su vida estaba en juego. El veneno comenzó a correr por su sangre., un ligero cosquilleo en sus extremidades inferiores dio inicio. No había otro camino más que correr., era el arranque de una cuenta regresiva. Y Carlos tenía que ganar. La distancia se hacía cada vez más larga., sus zancadas eran lo más largas posibles., la respiración y el latir del corazón se aceleraba a cada paso que daba., un ligero sabor a sangre rodeo su boca., sudoroso y jadeante pudo avanzar y salir del bosque. Poco a poco iba perdiendo el aliento., pero el temor a morir le daba la fuerza necesaria para seguir adelante. Su vista se empezaba a nublar cuando supo que había llegado al campamento., las voces inconfundibles de sus familiares lo empezaron a guiar. Habían pasado apenas 4 minutos., minutos que parecieron eternos para Carlos. Casi cayendo pudo llegar frente a su madre., y grito -mama., ayúdame., he sido mordido por una serpiente- la piel azulosa corroboraba lo que él decía., su cuerpo se empezaba a paralizar., pues sus movimientos ya no eran coordinados., su madre al verlo grito con todas sus fuerzas -ayuden a mi hijo., auxilio, que alguien lo ayude- había que agilizar la forma de salvarlo.,  moverse ahora era cuestión de vida o muerte., velozmente el personal que cuida el bosque  acudió en su auxilio., Carlos ya había perdido el conocimiento., su cuerpo estaba rígido pero aún con vida., los vigilantes daban los primeros auxilios., inyectando un suero que contrarrestara los efectos del veneno de la serpiente. Carlos en un sueño profundo vio a su madre., ella iba en un enorme barco sobre el mar., que poco a poco se alejaba de él., con llanto en los ojos le gritaba., le pedía que volviera., que no lo dejara., que ahora sería bueno y obediente., su pecho era presa de tan profundo dolor., amargura por sentir la soledad., que hincado a la orilla del mar se dejó caer., el barco se había alejado con su madre abordo., Carlos grito perdón por haber sido lo que era., y prometía cambiar aun cuando su madre ya no estaba., de repente todo era oscuridad. En ese sueño Carlos dejo salir lagrimas aún dormido., todos los presentes lo notaron., pero no sabían el porqué. Las horas pasaron y Carlos despertó., al abrir sus ojos se encontraron con los de su madre; ella lo tenía en brazos y lo miraba fijamente., Carlos lloró y dijo - mama., perdón por mi desobediencia., por no saber escucharte, ahora entiendo lo que haces por mí., cuando me regañas o llamas la atención., te amo mama., desde lo más profundo de mi ser., hoy entiendo que me cuidas y que buscas mi bienestar- Carlos no pudo decir más., un nudo en la garganta detuvo sus palabras. Su madre lo abrazo con tal ternura que las palabras salían sobrando. Carlos estaba vivo, eso era lo importante para ella., y Carlos comprendió la importancia de su madre dentro de su existencia.


"...Llámame la atención cuando falle., corrígeme si estoy equivocado., guíame por el mejor de los caminos., y enséñame a aprender con amor y nobleza., pues mi alma joven está dispuesta a conocer y descubrir, y si fallo aprenderé a disculparme., y recibir de ti el más tierno de los abrazos..." 

lunes, 7 de marzo de 2016

El Lago

Se murmuraba que aquel lago poseía una característica muy especial., que solo la persona indicada podía darse cuenta del secreto que guardaba. Y la verdad así era., sus secretos solo eran mostrados a quienes podían ver más allá de sus sueños. A quienes abrían su mente, alma y espíritu. Mucha gente acudía a ver si era cierto lo que de ese lago se decía. Una mañana tres personas decidieron visitarlo. Un hombre maduro, una joven de escasos veinte años y otra mujer en plenitud de la vida. Cuando se vieron frente a la inmensidad del lago, una exclamación de asombro y éxtasis por tal majestuosidad brotó de sus voces. Ahí lo tenían a sus pies, un paisaje digno de apreciarse. El caballero dijo -necesitaré fortaleza para poder seguir adelante el camino fue muy largo para llegar- La mujer mayor de igual manera analizo y comentó -Donde estuve en mi juventud que no sabía de este hermoso lugar., y la joven señorita agregó: -Para mí es un lugar como cualquier otro, porque se asombran- Los tres se acercaron., después de haber recorrido un gran camino.
La joven fue la primera en mirarse frente a lago, sus ojos ansiosos buscaban repuestas, quería ver, descubrir los secretos ahí guardados, mas sin embargo no logro ver nada. Su intento fue frustrado que dio media vuelta y se marchó, vociferando su desanimo. El caballero al mirarla se hizo de múltiples preguntas,  ¿Qué pasaría? ¿Será que no hay nada? ¿Perdí el tiempo en llegar hasta acá? ¿Será mentira de todo lo que dicen de este lago? Sin dejar de hacerse gran cantidad de preguntas se acercó., y poso su mirada en el fondo de aquella agua cristalina., en ella solo vio lo que tenía que ver, su rostro demacrado por los años, su juventud perdida, sus canas y vino a su mente lo vacío que había sido su vida y de igual manera no encontrando nada se marchó. Finalmente le tocó el turno a la mujer madura, ella había visto las reacciones de todos los demás y pensó: -Estoy en un lago muy hermoso, fue un camino duro para llegar, sin embargo hay muchas cosas por las cuales  debo de estar agradecida, hay un bello sol, un suave cantar de las aves, y que decir del viento, toca con tal suavidad mi rostro, el aroma de las Flores es el perfume más fino con el cual me he podido deleitar, las luces, los colores, las formas, en verdad es un paraíso. ¿Qué habrá pasado entonces? Se preguntó. Camino rumbo a la orilla y tiernamente se agacho., con una de sus manos acaricio el agua cristalina tan transparente que parecían las gotas diminutos cristales entre sus dedos. Mojando ambas manos las llevo hasta su cabello., cerrando sus ojos dijo en voz alta:
-Esto es una delicia, me siento totalmente viva- Al abrir sus ojos, se miró en el agua y ahí estaba, era ella, hermosa, maravillosa, de ojos divinos, con una risa de alegría, de paz interior. Muchísimas emociones en un mismo instante. Finalmente se levantó dio gracias a la naturaleza y al destino por haberla puesto ahí., y en una botellita de cristal se llevó parte de esa magia, ya de regreso se encontró con el caballero y la señorita. Quienes preguntaron si había descubierto la magia de la que tantos hablaban. Y ella  respondió y les dijo:
-Por ser joven no te has dado cuenta de lo que tenías enfrente de ti, tu ansiedad por descubrir te cerró los ojos a algo tan maravilloso. Y usted caballero, de igual forma, su desgano hacia sí mismo, el lago solo le mostró lo que usted deseaba ver., y yo que puedo decir, el agua del lago por sí sola no sería nada sin su entorno, ahí está la magia, la armonía entre todos los elementos que lo forman. Es una balanza perfecta, dinamismo puro inimaginable. El lago en efecto es un espejo, un cristal del alma, que te brinda la oportunidad de mirarte., pero solo si tú te quieres ver. Hoy llevo conmigo parte de esa esencia, pero la esencia verdadera está en el alma de cada uno, y estas gotas regaran día a día la fuente de mi corazón-
Los tres partieron por rumbos diferentes., atrás quedaba las tranquilas aguas del lago, en el fondo un espejo, ese era el corazón del lago. Aquel que muy pocos tenían la oportunidad de verlo, sentirlo y llevárselo consigo.

Verdadero Amor


La muerte era inminente., había sido herido profundamente ¿Cómo ocurrió? Fue producto de un asalto a mano armada. La sangre empezaba a correr por el pecho., pero nadie hacia nada., no había ayuda., aunque  sabían quién era., eso no importó. El regaño llego primero., antes que la ayuda., el enfrentamiento., la discusión., el tu tuviste la culpa., la mirada acusadora., por qué y todas esas preguntas en busca de respuesta. Lo primero era satisfacer las necesidades ajenas., pero no se daban cuenta que una vida se empezaba a perder. La mano llena de sangre ahí estaba., tratando de contener la herida. La gente amontonada solo esperaba un beneficio., lo que al morir aquel hombre pudiera dejar.  Solo una persona lo tomo de la mano y lo abrazo contra su pecho., con llanto en los ojos, tenía una mirada determinante., estar con él hasta el último hilo de vida.
Aquella tarde habían salido juntos., caminar y conocer., reír y disfrutar., admirar las Flores, los paisajes, los caminos todas esas cosas que hay en el mundo tan hermosas. El corazón se entregaron mutuamente aquella tarde, bajo la lluvia, sin saber lo que pasaría después.
Habían caminado juntos un buen tramo., cuando el atacante salió al acecho., la presa era ella., robarle., herirle., más el destino cambiaría la jugada., el hombre aquel cumpliría su palabra., daría su vida por ella., y así fue., con su cuerpo libró del ataque a la persona amada., salvando así su vida., pero entregando la suya como ofrenda.
Fue así que las demás gentes se fueron., nadie podía hacer nada., solo era cuestión de tiempo. El hombre abrazo a quien minutos antes salvara., no estaba triste., no había angustia., no sentía dolor., ni pena., ahí junto a él tenía a la mujer amada., entre las manos su cabello., mirándole a los ojos., sintiendo el calor de un abrazo profundo., sincero., de amor. La gente hablaría., pero eso que importaba. La acción había valido la pena., y si fuese necesario de repetir., lo haría nuevamente., porque cuando se ama., se da todo., hasta la vida misma!
Ella: una mujer enamorada
El: un hombre afortunado., enamorado de ella
Atacante: las habladurías de la gente., que no entiende la sabiduría del amor
El regaño: el supuesto conocimiento de la realidad encasillada en estándares absurdos
La única verdad: entregar el amor., vivirlo., sentirlo., no importa el cómo ni el cuándo., ni el porqué., el amor sincero cuando se encuentra se cuida hasta con la vida…

La enseñanza del Conejo

(Un cuento dedicado a mis alumnos., a los que ahora ya son adolescentes)
-Respira- Un conejito grito en el bosque-
No te mueras todavía, te necesito, abre tus ojos y mírame aún estoy aquí-
Esa mañana todos los animalitos del bosque lo habían escuchado, el conejito debió de haber gritado tan fuerte., que su voz la escucho un viejo oso, en la distancia.
-Si me dejas no sé qué haría sin ti- El oso., preocupado se encamino hacia donde había escuchado el grito., así también todos los animales del bosque. Cuando llegaron, vieron al conejito llorar, abrazado del cuerpo inerte de su padre. El cual había caído en una trampa puesta por un cazador, y así había perdido la vida.
Un venado se le acercó y le dijo:
-Conejito no debes llorar, seca tus lágrimas que yo estoy junto a ti- El conejito se apartó de su padre y mirando al vendo pregunto.
-Quien eres tu- El venado lo miro y respondió
-Yo he sido amigo de tu padre, por mucho tiempo, él me salvo la vida en una ocasión, pues me enseño de los peligros del bosque cuando yo era muy joven y por eso hoy le estoy profundamente agradecido-
El conejo volvió a llorar, pues tenía su corazón muy triste por todo lo que estaba pasando. Muy pronto se le acercaron más animalitos., y lo rodearon. Un gato que había llegado también argumento:
-Querido conejito, yo también estoy aquí, tu padre me enseñó a respetar la vida y a los demás, yo era un gato salvaje, necio y desobediente, pero gracias a el hoy soy diferente-
El conejito ya había dejado de llorar., y con más tranquilidad se sentó y puso atención. Pues arriba en el cielo un águila real volaba, había visto todo y decidió bajar y acompañar al conejito., ya estando frente a él dijo:
-Amigo conejito, sé que estarás triste, pero escucha esto, un día tu padre me enseño lo importante de la libertad, volar, salir y conocer el mundo, esa fortuna es la que me mostró y yo no sabía valorarla-
Un ratoncito muy pequeño, también se hizo presente, y pidiendo permiso se decidió a hablar.
-Conejito, así como me ves de pequeño, tu padre me enseñó a ser grande, yo vivía en el temor, pero por él supe que no importa el tamaño que tengas, cuando sabes pedir algo con respeto y atención, obtendrás siempre lo que tu desees-
Y así cada uno de los animales del bosque había contado sus historias personales y vivencias con el padre del conejito.
Al poco tiempo el conejito creció., era fuerte y valiente... Y una mañana de primavera llevo Flores, a quien había dejado enseñanzas en otros y estos a su vez, se las habían devuelto como agradecimiento, por haber sido un gran conejo. 

El Palomo


Una mañana aquel palomo despertó., vivía en lo más alto de un árbol porque pensaba que ahí nada le pasaría., era un palomo solitario, no vagabundo, sino más bien tímido. Temprano hacia lo de costumbre, bañarse y limpiar sus alas con el pico. No acomodaba su cama, la arreglaba que era diferente. Sus cosas eran muy especiales para él. Poseían un gran valor en su vida. No era rico., sino más bien guardaba sus vivencias. Familia tenía más sin embargo parecía que solo era él y su mundo. ¿Romántico? Así era... ¿Agresivo? Jamás lo había sido... ¿Obediente? Quizás un poco... ¿Rutinario? En gran medida. Aquella soleada mañana vio por vez primera algo que cambiaría su vida... Marcaría su destino hasta el final de sus días. Posado una rama de aquel árbol, y acompañado del calor del sol., noto en la distancia una figura perfecta que lo cautivo... Él, pensó, quien será ella. Es digna de admirarse y adorarse. Y así cual flechazo al corazón se enamoró. Le cantaba desde lo alto, le daba Flores nacidas de la punta del árbol, éstas caían muy cerca de ella... Así fue cada uno de los días. El palomo se enamoró más y más. Su corazón latía con frenesí dentro de su pequeño pecho... Enviaba también cartas de amor... Era atento en ese aspecto. Mas sin embargo no bajaba de su árbol ¿Por miedo? ¡Tal vez! Pero llego el día que las Flores se agotaron, la tinta y papel se acabó., su voz ronca de tanto cantar ya no se oía, así su pecho de tanto latir ya cansado estaba. Más aun con todo esto su amor era inmenso, el más grande que pudo haberse visto. Una mañana soleada por vez primera decidió dejar su árbol y volar directamente para ver a su amada.. Bajo precipitadamente ansioso por poder verla y tocarla. Llevaba en su mente la idea de decirle a gritos su tan ansiado amor por ella, que no escatimo esfuerzo alguno por volar cielo abajo. En su pico llevando la última flor de su árbol y una carta en sus patitas, bajo. Y dando vueltas sobre el lugar donde había visto a su amor voló. Para su sorpresa ella ya no estaba.. El palomo con lágrimas en los ojos subió a su árbol y al paso del tiempo solitario murió. La imagen de su amada que todas las mañanas aparecía tampoco estaba.. Y cuenta la historia que este palomo se había enamorado de su sombra. Y al bajar de su árbol por eso a su amada no encontró.



El amor puede parecer un sueño, pero existe cuando lo hacemos nacer del corazón y vivirá por siempre al cuidarlo con detalles. Las caricias no solamente son físicas, las palabras acarician el alma, la hacen vibrar, la hacen sentir.
Los detalles son las bases que dan firmeza y constancia al amor.
El solo decir te amo, destruye cualquier barrera...
Por ello como ser humano solo déjate amar sin medida.. Sin restricciones..

CONEJITO


Había una vez un conejito simpático y hermoso de orejitas pequeñas y piecitos delicados, sus ojitos expresaban tan especial ternura que el resto de los animales del campo se sentían muy contentos de tenerlo. Vivía bajo un árbol tan grande que sus ramas casi podían tocar el cielo. Por las mañanas salía a correr por el campo, ese era el mayor gusto que tenía. Brincaba, miraba, disfrutaba de todo lo que a su alrededor pocos podían ver. Tenía un don de encontrar la belleza en las cosas más insignificantes, una hojita de trigo, una piedrita del río o un pequeño rayito de sol. El conejito era muy alegre y en ocasiones cantaba o silbaba. Era poco bailador pero si había que bailar lo hacía. No era penoso, era muy cariñoso y compasivo por los demás. Solía ayudar al que lo necesitara. Por las tardes se sentaba a tomar café con los amigos. Y si la reunión lo ameritaba de un vino dulce podía degustar. De corazón grande había sido dotado.,  sus padres lo amaban y le apoyaban. Cuando la noche llegaba se acurrucaba en su cama y se ponía a soñar mirando las estrellas... Era un conejito romántico, apasionado, imaginativo y soñador. Un día corriendo por el campo, a lo lejos vio tal belleza, que detuvo su marcha abruptamente. Era una conejita de orejitas largas que simulaban dos coletas. De suave piel y naricita rosadita. Su figura lo impacto de tal manera que decidió acercarse a ella. Como todo un caballero se presentó y fue recibido de la misma manera. En esa ocasión se la pasaron hablando toda la tarde. Y al llegar la noche hubo que despedirse. Ya camino a su casa bajo el árbol no dejo de pensar ni un segundo en ella. Lo había cautivado., se dijo así mismo., estoy enamorado. Al día siguiente repitió lo mismo del día anterior. Ahora la plática era más profunda. Hablaban de la lluvia, de la primavera, del universo y por supuesto del amor. Los animales del campo los veían, decían que hermosa pareja. Los contemplaban. Y así paso el tiempo. El conejito le había regalado un corazón tallado en madera, y un listón para sus orejitas. También gotas de rocío de la mañana en una botellita de cristal. Y le dijo: toma estas gotas son mágicas cuando sientas que tu corazón esté a punto de perderse úsalas y lo que sientas perdido volverá. La conejita las guardo sin saber el gran regalo que le había dado conejito. Un atardecer como cualquier otro que había quedado de verse se vino una gran tormenta, el conejito como había dado su palabra fue en busca de su gran amor. Ella por la lluvia decidió no ir a su encuentro. El cielo estremecía el campo, la lluvia torrencial no dejaba de caer y el conejito sentadito ahí se pasó la noche esperando, hasta que por sorpresa del destino un gran rayo bajo del cielo y cayendo sobre el árbol, lo partió por la mitad, y el conejito quedo atrapado bajo las ramas, sintiendo perder la vida, pero no sin dejar de pensar en su amada. La cual no había llegado esa noche. Así fue que muy lentamente dejo de latir su débil corazón. Por la mañana los animales lloraban de tristeza ante el asombro de lo sucedido. La noticia corrió y llego a los oídos de la conejita quien corrió a ver a su amado. Al tenerlo cerca no pudo evitar el llanto y la tristeza. El conejito había asistido a la cita. Él no había fayado., Cumplió hasta lo último su promesa.

Los animales callados sorprendidos, lloraban. Fue ahí cuando la conejita recordó el regalo que le diera el conejito. Pensado en las palabras que le dijera, saco de una bolsita la botellita con las gotas de roció y las vertió sobre la boca del conejito. Para sorpresa de todos el conejito despertó lentamente y al abrir sus ojitos pudo ser los de su amada. Que ahí estaba sentada junto a él. Le agradeció lo que había hecho por él y le dijo que la amaría aún más de lo que ya la amaba. Ella con llanto en los ojos, un llanto pero de alegría., le prometió que nunca faltaría a lo que decidieran hacer juntos. Y que si el corría ella lo haría también. Porque lo amaba profundamente...

Fortaleza y Conviccion ( un árbol con corazón )

Aquel árbol era joven, enorme y frondoso. Había nacido y crecido en un lugar sin igual., la selva. Su sombra era muy impresionante mucho más que la de otros árboles de aquel lugar. Sus ramas eran brazos extendidos al firmamento, muy pero muy fuertes. Sus flores eran espectaculares. La máxima creación hecha por la naturaleza. Sus raíces profundas y muy firmes. Millares de hojas lo vestían. Por las tardes se le oía susurrar al momento en que el viento lo acariciaba. La lluvia podía precipitarse dejando sobre él diminutos diamantes que al brillo del sol resplandecían dando un maravilloso espectáculo. Pero aún así y a pesar de éstas maravillas éste árbol no se sentía satisfecho. Quería correr como la cebra, volar como las aves, caminar si fuera posible.
Soñaba con ver más allá de la montaña, mucho más allá de los caminos. Los animales se burlaban de él, lo ofendían constantemente, lo agredían. Le decía de apodo el tronco tieso. Y por este motivo el corazón del árbol sufría inmensamente. Algunas veces lloraba por las noches, convirtiendo el susurro del viento en un canto de nostalgia y desesperación. Una mañana marcaría para siempre su existencia. Una tormenta se avecinaba, el cielo se oscurecía llenándose de nubes negras. El viento cada vez más agresivo empezó a soplar. Los ríos se llenaban rápidamente. El desastre sería inminente. Los animales corrían en busca de refugio, cualquier lugar seguro que sirviera para salvar la vida. Pero solo había uno y se dirigieron hacia él. Cubrirse bajo las fuertes ramas del árbol era la única esperanza. El árbol fue embestido duramente por aquel golpe de la naturaleza. Una lucha de poder y fuerza casi interminable. Momentos de angustia vividos y jamás olvidados. Después de horas de aferrarse a la vida, el desastre era una triste imagen tan real y llena de agonía. El árbol había salvado a los animales, aun acosta de su propia vida. Tirado en el suelo cayó. Sus raíces soportaron tremenda lucha pero al final cedieron. Nada de hojas, nada de flores. Ramas rotas y un corazón tan débil que en pocos minutos dejaría de latir. Los animales lo vieron, sintieron pena y arrepentimiento, pero ya no había salvación. El árbol moriría irremediablemente. Con las últimas fuerzas de su ser el árbol exclamó -quiero vivir, deseo conocer y dejar al mundo lo que soy, no permitan que muera, tomen mi corazón y llévenlo a donde se realicen mis sueños- estas serían sus últimas palabras. Aquel enorme árbol murió. Los animales apenados por su comportamiento con el árbol, lloraron. El tronco tieso como le decían los había salvado. El rey de la selva sería el encargado de hacer valer los deseos del árbol. Tomando de las entrañas del árbol el corazón, lo hizo miles de pedacitos, y lo entrego a los animales -vayan y cumplan el deseo de este magnífico árbol, que su esencia cubra toda la tierra, y que así sea hasta el final de los tiempos- cuenta la historia que el árbol volvió a nacer, más fuerte y grande. Y ahora era cuidado y respetado por cada uno de los animales. De esta manera pudo conocer el mundo y el mundo pudo conocerlo a él....




sábado, 5 de marzo de 2016

EL Raton y la Hormiga

Una hormiga moviendo su cabeza acepto., estaba parada frente al rey de la selva., y no podía negarse., aunque en su mente tenía muchas preguntas. Pero la grandeza del león la intimidaba. No podía ni levantar la mirada., sabía que de un solo manotazo su vida podía ser terminada de manera contundente., así que atenta escucho la orden... El rey dijo - iras por el sendero de la sombra del águila, y a medio camino antes de llegar a la montaña me traerás un cofre muy antiguo, el cual se encuentra custodiado por una manada de lobos, lo encontraras hasta lo más profundo de una cueva., pero deberás ser muy cuidadosa., el poder que tiene dentro solo puede ser dominado por un rey, en este caso yo- habiendo oído esto dio la espalda al rey león., y se marchó., por el camino iba odiando su suerte., se decía así misma., -porque yo., que no hay más hormigas., ahí estaban el oso y la serpiente., uno en la flojera., y la otra en los chismes., pero ya qué más da., ahora haber que voy hacer - iba tan concentrada en sus problemas que no se percató de un pequeño ratón., un diminuto animalito que metros atrás la había oído gritar su mala suerte. Sin que la hormiga lo viera la comenzó a seguir. Pero el ratón muy inteligente llevo entre sus manos., una frazada., una moneda y un espejo. Aparte de un poco de comida para el camino. La hormiga como iba molesta no tomo las prevenciones necesarias y así siguió su camino. Pasarían algunos días y la hormiga no olvidaba su enojo hacia el rey león, y no se dio cuenta que estaba en los dominios de la sombra del águila., el águila ya la había visto., pero no se había dado cuenta de que el ratón la seguía. El águila era enorme., de carácter desafiante., y certera con la mirada., le gustaba pisar a sus presas., para luego devorarlas y hacer gala de su destreza. El ratón ya la había visto y tomo precauciones. Metros adelante cayendo de lo más alto de un árbol el águila bajo por su presa., la hormiga iba distraída., absorta en sus pensamientos., pero el pequeño ratón ya sabía qué hacer., al momento de que el águila lanzaba sus garras, el ratón arrojo la manta sobre las alas del águila obstruyéndole su camino y quedando atorada en medio de la manta sin poder moverse... La hormiga no se dio cuenta de la hazaña., pues estaba discutiendo con algunos animales en el camino. La tarde empezó a caer., y había que llegar a la ladera de la montaña., el hambre se sentía., después de haber caminado tanto., el ratón de vez en cuando comía un poco de lo que llevaba., pero no sabía si le gustaría a la hormiga.., así que pensó en lo que debería de hacer., buscar ayuda., y adelantándose encontró a unos conejitos., pidió amablemente si podían darle algo de comer a la hormiga y como pago les daría la moneda que el llevaba., y así fue, la hormiga al pasar por la madriguera de los conejos., pido ayuda., la cual fue ofrecida sin ninguna objeción., y aquella noche la paso en compañía de unos amables conejitos. Al amanecer muy temprano la hormiga marcho., el final de su camino ya estaba muy cerca., pero no sería fácil conseguir el encargo del rey león... Mientras el pequeño ratón había tomado unos instantes de reposo., y sentado en una piedrita admiraba el paisaje., jamás había visto tanta belleza., tantos lugares., la majestuosidad del río., el canto de las aves., y la luz del sol filtrada por en medio de las ramas de los árboles., de entre sus cosas saco el último pedazo de queso que le quedaba., iba a disfrutarlo cuando se percató que lo observaban., una mariposa, hermosa., bella y de maravillosos colores., pero que estaba atorada en una rama., sin pensarlo dos veces corrió en su ayuda liberándola., la libertad ahora en sus alas para volar fue agradecida y como gesto a ello dio un regalo al ratón., un reloj., una llave., y una flor. Después de este acontecimiento siguió su marcha tras la hormiga., al paso que ella daba el ratón daba dos., por ser más pequeño. Habían llegado a la cueva., la manada de lobos dormían., y pasarlo sería una destreza., sigilosamente avanzaron., pero aun la hormiga no sabía del ratón., caminando lentamente iba rumbo a la cueva., sin embargo la cercanía de ellos alerto a los lobos los cuales despertaron., la tragedia era inminente., pero el ratón grito -corre corre hacia la cueva., yo me encargo de los lobos- y sacando de entre sus ropas el espejo., comenzó a reflejar la luz del sol., aturdiendo a los lobos., los cuales partieron azorados y dispersos por el bosque.. Finalmente, la hormiga pregunto - acaso eras tú el que ha venido siguiéndome - y el ratón respondió -desde que saliste del reino del león he venido siguiendo tus pasos- La hormiga agradecida dio un abrazo al ratón y este le entregó la flor que le diera la mariposa. Ahora ambos estaban dentro de la cueva., la hormiga pensó en el pedido del rey y dijo. -deberé seguir adelante- y la respuesta se oyó con un enorme eco por el grito de entusiasmo del ratón -- pasados unos minutos y hasta lo más profundo de la cueva vieron el cofre., y dijeron: es muy pesado para llevarlo., que vamos hacer., el ratón saco su llave., pero la hormiga grito -no lo habrás., solo un rey puede ver lo que hay dentro- el ratón dio la llave a la hormiga y dijo - toma ábrelo tú., que para ser rey solo basta con creerlo., y tú eres una Reina., yo creo en ti - la hormiga tomo la llave., y como suceso increíble el cofre abrió., adentro solo habría cartas sin escribir un mapa, semillas. El ratón y la hormiga se asombraron., no sabían que decir., se sentaron unos instantes... De repente una luz iluminó el cofre., y el vuelo de la mariposa se hizo presente., y posando sus pies y con las alas en lo alto dijo -los he visto., desde que estaban frente al rey león., hormiga., vi tu paciencia., tu obediencia., y tu decisión por cumplir y me siento orgullosa de ti. Y a tu ratón... Te felicito por tu sencillez., por tu cuidado y atenciones., es por eso que hoy le haré un gran regalo., desde ahora serán humanos-
Y aunque pareciera fantástico así lo cumplió., la hormiga y ratón humanos eran. Pero preguntaron -y ahora que vamos hacer-  y la mariposa dijo: - escriban cosas muy bonitas de su vida en esas cartas que en blanco están., el tiempo es tuyo., pues el reloj del tiempo está en tu mano., el mapa úsenlo lo para viajar., y lleguen hasta donde ustedes lo deseen., y las semillas serán la siembra de sueños y emociones., las mejores delicias de la vida-
Diciendo esto último la mariposa partió... Y minutos después., también una pareja de enamorados en busca de las maravillas del camino!!!!

LA ALEGRIA DE LA ROSA

La fila de enamorados se hacía larga aquella mañana., habían acudido en busca de un bonito regalo., no era día de fiesta ni celebración alguna., simplemente iban con la intención de llevar un detalle a la persona amada. El amor así se expresa., espontáneamente y sin presiones., y la pasión que nace del corazón tiene que mostrarse de alguna manera., y que mejor compañía que las Flores. Muchas de ellas ese día serian llevadas y entregadas en nombre del amor. ¡Ah! El amor, maravilloso sentimiento., es vibrar de emoción., es canción al oído., es placer absoluto que brota por todos los poros. Aquella mañana el amor así seria adornado, Flores y más Flores, saliendo y entrando de aquel lugar., finalmente una rosa había quedado, ella sin duda era hermosa muy hermosa, fue puesta en un elegante florero, con listones acordes a la ocasión, y una tarjetita pequeña a un costado que decía "Te Amo" su belleza era muy singular.
Sus pétalos rojos, suaves y sedosos., eran muestra de un ejemplar magnifico. Digno de regalo y aceptación. Pero ahí estaba., en espera de hacer compañía a la pasión, de brillar como adorno., de hacer gala a su hermosura., de aromatizar el ambiente de forma tal sutil., como solo una rosa lo sabe hacer. Sin embargo ese día el tiempo paso., sola la rosa estaba en espera., si alguien fuera más inteligente hubiera visto que hasta posaba., que elevaba su ser para ser llevada., aun habiendo hecho esto seguía ahí., dicen que el llanto de la rosa es muy extraño y en verdad así es., aquel día yo lo comprobé., pues esa rosa tenía sus pétalos llenos de gotas., diminutas gotas parecidas al rocío de la mañana., una lagrima de una rosa vale más que el oro para los mortales., es un tesoro tan preciado, que muy pocos logran tener. Las rosas solo lloran por el amor., viven por el amor y lo dan todo por el amor. Finalmente dan su vida por el amor...  cuando la vi supe lo que tenía que hacer., llevarla en mis manos., y entregarla en nombre de tal maravilloso sentimiento. No se necesita riqueza para poder tener ese maravilloso premio., así que sacando unas monedas me dispuse a comprarla. Y en el papelito al lado de ella puse "YO TE AMO” la emoción me llenaba de inquietud., y no solo yo a la rosa también., ahora todas esas gotitas que antes tenía ya eran brillos de felicidad., la misma que yo sentía al momento en que avanzaba. Ahora caminando los dos teníamos un solo fin., CAUTIVAR y mostrar lo valioso de un sentimiento., y la importancia de así demostrarlo. El trayecto se hacía largo., pero finalmente llegamos., puse mi más profundo sentir en la rosa y ella sería la indicada en decirlo a la persona que amo., en pocos segundos estábamos frente a ella., si la vieran... Mujer más hermosa., su cabello., sus manos., su sola presencia es motivadora. Los segundos intensos., en esta situación las palabras son fundamentales., y decidimos decir la flor y yo " para ti mi amor” y mi rosa fue entregada en mano. Solo les puedo decir., que mi rosa paso a ser parte del amor., un amor verdadero., que en aquel día así deseaba demostrar!!! ¡Y la alegría de la rosa se hizo completa!!! ¡Y la mía muchísimo más todavía!!!

REFLEJO


Un anciano estaba sentado a la orilla del río. Bajo la sombra de un sauce. En una mano sostenía un diminuto libro y en la otra un frasco con gran cantidad de piedras pequeñas. Por momentos observaba cada una. Pasando su mirada de un lado a otro. Así permaneció por largo tiempo. Un joven en la distancia lo miraba incrédulo. Pues el anciano ni se movía. Los rayos del sol tocaban su rostro, el aire tibio movía sus cabellos y él permanencia inmóvil. De repente el anciano cayó al suelo lentamente. El joven al ver esto corrió hacia él. Ya de frente pudo observarlo. En el pecho colgaba un corazón de oro. Lo vio y entonces preguntó -señor está usted bien, quiero ayudarle, tome mi mano e intente levantarse- el anciano sólo se limitó a observarlo, fijando su mirada en el joven. Dos lágrimas rodaron por sus mejillas y un suspiro ahogado estremeció su cuerpo. Su voz sonó débilmente y dijo al fin -mira mis manos, mira mi cuerpo, mírame completo. Aquí veras un pequeño libro, en él he escrito todas las cosas maravillosas de mi vida. Y en el frasco veras la cantidad de negaciones que di a mi existencia- el muchacho no lograba comprender aún pero, siguió escuchando.

-En mi pecho llevo una promesa, la hice a mí mismo, por eso es el corazón de oro- el joven intrigado entonces pregunto - que desee que haga noble anciano- pero la tarde caía y no dio tiempo a escuchar esas últimas palabras, desafortunadamente el anciano había muerto.

El joven dejo el cuerpo inerte sobre el suelo., tomo el frasco con las piedras, el corazón de oro y el pequeño libro. Metros adelante leyó:

-hoy empieza tu vida, escribe en mi tu mas grande anhelo, tus triunfos y virtudes, todos aquellos sueños que tengas y no dejes página en blanco en mi-

El joven había llegado entonces hasta un puente, comprendió lo escrito. El anciano no había anotado nada en el libro, pero si levantado y llevado cada uno de los obstáculos en su vida. Decidido tiro las piedras al río, colgó el corazón de oro sobre su cuello, y escribió unas palabras -Amar es vivir y entregaré este corazón de oro al amor de mi vida- Mirando hacia las aguas el río, vio entonces con real asombro que la cara del anciano era la de él. Busco entonces el cuerpo aquel que había abandonado y este había desaparecido. La tarde caía el joven había aprendido una enseñanza de vida y no la iba a desaprovechar.

DESTINO

Aquel falso oro le brillaba en las manos y entumecía sus dedos, pues en forma de monedas recibía el pago a sus favores. Guardar todo aquello y no ser visto simplemente no sería posible. La ansiedad y el temor ya eran signos marcados en su rostro, líneas muy difíciles de ocultar. Quien vio aquella transacción no se quedaría callado ni ausente ya que también quería su parte y al costo que fuera, Sin embargo, no sabía que aquellas monedas las había entregado el destino y nada menos que al hombre, sí., al hombre para ponerlo a prueba y saber cuál sería su reacción ante la belleza efímera del dinero. El testigo de aquel trueque no sabía del porque ni del cómo habían sucedido las cosas, no le importaba, solo pensaba en que también quería lo mismo. Que ridículo es pensar de esa manera y el tiempo se encargaría en demostrarlo. Pasaron días enteros y el hombre de las monedas doradas iba perdiendo su afán de vivir, sus sueños, sus gustos y su fuerza. Aquella mañana el cielo estaba totalmente diferente, la luz del sol radiante, las aves bailaban una danza perfectamente ensayada, las sombras de los árboles dibujaban diversas formas inimaginables. En una banca de madera el hombre de las monedas de oro se encontraba sentado, tenía el puño apretado y por en medio de los dedos un hilo de sangre comenzó a caer, era el resultado de la fuerza ejercida sobre las monedas. Estas ahora cobraban con su rojo líquido su posesión. El otro hombre lo había seguido y aun no entendía lo extraño del suceso., a prudente distancia lo observó, era inquietante la visión aquella. Poco después totalmente decidido se paró frente a él, pero ya era muy tarde el hombre había muerto, una a una las monedas caían al suelo encima de un trozo de papel. Intrigado el otro caballero se dispuso a levantarlas, ahora tenía lo que había perseguido y anhelado, sin embargo, reparo en la hoja escrita cubierta de sangre y leyó:

Ayer pedí al destino que me diera riqueza y a cambio haría lo que se me pidiese, aquella tarde se me entrego oro, pero al instante me empezó a quemar las manos ya era imposible soltarlo. Tenía todo el poder para conseguir lo que fuera, pero mi libertad era ahora presa, fui presa del delirio, de la ambición, de la soberbia, del rencor, del miedo. El oro se multiplicaba y por consiguiente los pesares en mi vida., yo... Perdí mi fe y el amor.

Eso era lo único escrito en el papel aquel, sin firma ni nombre. Un cuerpo frío yacía sentado, rígido y olvidado. El caballero termino de leer, comprendió todo al Instante ¿si tomaba las monedas le pasaría lo mismo? ¿Y si las dejaba? ¿O las ocultaba? Tenía que tomar una alternativa, ser astuto, inteligente. Parado frente al cuerpo inerte grito: hoy en este día tan maravilloso, este hombre ha muerto, a sus pies encontraran oro, quien quiera compartirlo que tome lo necesario y lo comparta, y quien no que siga su camino. El caballero se marchó feliz, se dio cuenta que no necesitaba el oro, pues tenía todo, la vida y la luz de un maravilloso sol para calentar su cuerpo y la gratitud de la gente con la cual compartió el oro del destino, aquella mañana encontrado.

HISTORIA DE AMOR


¿Has llorado por amor?
Ese día le pregunte a un amigo...
Era una tarde como cualquier otra
Caminando por la calle lo encontré
El sol se ocultaba lentamente
Y de esta forma lo aborde:
-Te preguntare algo ¿has llorado alguna vez por amor? -
Y así caminando me dijo:
-La verdad si y lágrimas de dolor, de dolor profundo en el alma-
- ¿Y sufriste mucho? - Agregué...
-Claro y como nunca lo había imaginado-
Y me pregunto:
- ¿Por qué me cuestionas con todo esto? -
Yo no hice caso y pregunté de nueva cuenta:
- ¿Harías llorar a una mujer? -
Se detuvo en ese instante, me miro, sus ojos brillaron, y respondió:
-No lo sé, créeme que no lo sé-
Serian apenas las seis de la tarde, seguimos caminando, ambos íbamos callados, pensativos, reflexionando. Pasaron pocos minutos y le dije algo que vino a mi mente en ese momento:
-Cuando ves llorar a una mujer sus lágrimas son como finas espinas que se graban en el alma, marcan tu corazón y esa imagen, jamás la borraras de tu mente-
Sorprendido se detuvo y contesto:
- ¿Qué me quieres decir con eso? -
Le dije:
-Nada simplemente me puse a pensar-
Y continúe:
- ¿Cuándo encuentras una mujer que te ama, deberías dejarle ir? -
- ¿Si la vida fuera un vaso de agua y se derrama hasta ahí se dejaría de existir? -
-El amor de una mujer es como un trébol de cuatro hojas., encontrarlo es ser un hombre con suerte o tal vez como un cometa en el firmamento., el amor es hermoso, único e inolvidable y llega muy pocas veces-
Ya habíamos caminado un buen trecho y decidimos entrar y sentarnos en un pequeño local donde vendían café... Ahí proseguí con mi plática.
-El día de mañana presentare un libro, lo he escrito a partir mis vivencias., lo hago por simple gusto., en el hablo del amor, no soy poeta ni escritor, solo escribo lo que me dicta el corazón-
Mi dialogo fue interrumpido por el personal de servicio., que de manera atenta nos llevaron dos vasos de agua para posteriormente tomarnos la orden, yo pedí un café expreso y mi amigo un té frío, ya estando de nueva cuenta solos me dijo:
-La verdad si he estado enamorado-
Guardo silencio, lo vi tenso, bajo la mirada, saco de su saco una caja de cigarrillos, encendió uno y lo empezó a fumar muy lentamente. Yo tome de nuevo el control de la plática y argumente:
-No es pena llorar por una mujer., y más cuando la amas., cuando lo sientes y eres consciente de eso., llénale de atenciones y regalos también ¡porque no! Pero lo que importa es que sepa, que tan grande es tu amor por ella, que vea que la cuidas, que la entiendes, que la escuchas y es más: ¡Que la adoras!
El me observaba fijamente., hacía gestos de nerviosismo, y de vez en cuando se tocaba la frente., y me dijo:
-Te voy a ser sincero., amo a una mujer, y precisamente traigo un regalo para ella., pensaba dárselo., pero han pasado tantas cosas que no sé si lo reciba-
Lo mire, metió la mano al bolsillo de su saco y de una cajita color gris brillo un anillo., y prosiguió:
-Esto era para ella, pero no la he visto en dos meses-
-¡Ya no sé qué hacer!-
-¿Tú dime?-
Me pregunto
-Caray amigo quisiera ayudarte, pero aunque no esté en mis manos lo intentare., la única forma en que puedo es contarte lo que me paso hoy-
-Por la mañana venia del trabajo y me encontré a mi paso a una hermosa señorita., no pasa de 26 años yo supuse, nos subimos al mismo autobús. Por coincidencia nos sentamos juntos en el mismo asiento., ella llevaba audífonos y libros en la mano, como te dije era realmente hermosa. Su perfume delicado y de un aroma a cítricos, rodeo el ambiente. Tenía cabello largo y su figura delgada mostraba un bonito cuerpo, insisto muy hermosa-
-Pero que crees., pasados unos minutos., vi rodar por sus mejillas varias lágrimas. Respiraba con dificultad, se notaba que iba sufriendo. Como sabrás no me pude contener y me atreví a preguntar que le sucedía-
-Y esto me dijo-
-No le diré mi nombre., porque no suelo hablar con extraños., pero usted me da confianza-
Claro está que yo le agradecí.
-Si me ve llorar, es porque creo haber perdido un gran amor., quizás no lo valore, no lo entendí, no lo cuide., pero créame que me duele el alma llegar a perderlo-
-Amigo créeme que ver llorar a una mujer no es fácil, y más por amor. Pensé, valla suerte del hombre que tiene el amor de esta hermosa dama-
Como nuestros destinos de viaje eran distintos, y quedaba poco del camino solo le pregunte si podría ayudarla en algo, lo que ella quisiera, y dijo:
-Si-
Me pregunto
-¿Qué puedo hacer para no perder el amor?-
Y así respondí:
-La fuerza que motiva la razón de vivir del ser humano es el amor., cuando sientas esa fuerza., no la sueltes, aférrate a ella, y lucha por conservarla., eres una mujer joven, y al paso de tiempo lo entenderás. Camina y cuando puedas corre., pero corre con el amor de tu vida y juntos llenen de éxtasis cada momento e instante que han de vivir-
Ella miro por la ventanilla., reviso su reloj, y antes de irse me dijo:
-Espero algún día poder platicar de nuevo con usted-
-Cuando bajo la vi alejarse., secando sus lágrimas, se encamino rumbo a un centro comercial., pero que crees., ella había dejado sobre el asiento una pequeña libreta de direcciones. Y precisamente aquí la traigo., antes de encontrarte le busque en la libreta., y por casualidad di con su número y la cite en este preciso café. Valla coincidencia mira, ahí viene-
Mi amigo volteo presuroso., hacia la entrada., y cuando la vio me dijo:
-Es ella-
-La mujer que amo-
Yo le dije:
-Esto es tener suerte-
Ya eran las ocho de la noche., me levante del asiento me dirigí hacia a ella., la tome del brazo y la lleve a la mesa.
Ahí estaban los dos de frente., mirándose uno al otro., sin saber que decir. Como no hablaban., yo inicie:
-Amigo., ella es la señorita de la cual te hable., ahora el momento es tuyo. No lo desaproveches y has lo que tenías planeado hacer-
Los deje solos., salí y me coloque afuera del cristal que daba a la calle de ese pequeño café. Ahí vi algo maravilloso., ella de pie y el de rodillas., entregando en su mano el regalo que minutos antes me había enseñado.
Comenzaba a llover., cuando los vi besarse y abrazarse., era una escena de amor puro., que por casualidad del destino fui el motivo de su unión. Las gotas de lluvia mojaban mis hombros., me di media vuelta y partí., no sin antes verla llorar nuevamente., pero ahora de felicidad... y dejando atrás aquella escena continué mi camino., esperando que el destino me pusiera otra vivencia como esa..


UN NUEVO DESPERTAR

Mira a través del Espejo., los años han pasado, y ya es tiempo de quitar esas cadenas, que socialmente han sido impuestas. Reglas invisibles tan firmemente dominantes e increbantables. Amaneció y tu rostro ya no es el mismo., los pasos de juventud quedaron muy atrás, tan atrás que cuesta diferenciarlos de los demás pues se han unido tanto a otros, que parecen sombras en la oscuridad., indivisibles y sin carácter propio. Se es presa de pasados tan atados que liberarse parecería casi imposible...A ello deberíamos añadir., la voluntad, aquella que hace al hombre ser único., pero que a sido sujeta de criterios y valores poco razonados. La adversidad diezma el ansia de triunfo y propaga la monotonía, el hombre carente de entusiasmo se valdría solamente de repetir lo ya establecido. Ha llegado la hora de mirar hacia uno mismo, y reflexionar detenidamente, paso a paso, sin censura, sino más bien, teniendo la apertura al cambio, por bienestar propio. Los procesos de liberación personal, están íntimamente ligados a la formación, académica y cultural, espiritual, social. Por ende es un tránsito difícil, pero no por ello imposible de lograr.. Si se ha construido un muro de piedra firme, por años., al quitar una., parecerá ese muro desmoronarse en mil pedazos., pero ello llevara a una nueva creación., no construcción, una creación única, moldeable, adaptable. Pero no a la sociedad, sino a las necesidades del ser humano. Y ahí surge la verdadera fortaleza del hombre.