sábado, 5 de marzo de 2016

HISTORIA DE AMOR


¿Has llorado por amor?
Ese día le pregunte a un amigo...
Era una tarde como cualquier otra
Caminando por la calle lo encontré
El sol se ocultaba lentamente
Y de esta forma lo aborde:
-Te preguntare algo ¿has llorado alguna vez por amor? -
Y así caminando me dijo:
-La verdad si y lágrimas de dolor, de dolor profundo en el alma-
- ¿Y sufriste mucho? - Agregué...
-Claro y como nunca lo había imaginado-
Y me pregunto:
- ¿Por qué me cuestionas con todo esto? -
Yo no hice caso y pregunté de nueva cuenta:
- ¿Harías llorar a una mujer? -
Se detuvo en ese instante, me miro, sus ojos brillaron, y respondió:
-No lo sé, créeme que no lo sé-
Serian apenas las seis de la tarde, seguimos caminando, ambos íbamos callados, pensativos, reflexionando. Pasaron pocos minutos y le dije algo que vino a mi mente en ese momento:
-Cuando ves llorar a una mujer sus lágrimas son como finas espinas que se graban en el alma, marcan tu corazón y esa imagen, jamás la borraras de tu mente-
Sorprendido se detuvo y contesto:
- ¿Qué me quieres decir con eso? -
Le dije:
-Nada simplemente me puse a pensar-
Y continúe:
- ¿Cuándo encuentras una mujer que te ama, deberías dejarle ir? -
- ¿Si la vida fuera un vaso de agua y se derrama hasta ahí se dejaría de existir? -
-El amor de una mujer es como un trébol de cuatro hojas., encontrarlo es ser un hombre con suerte o tal vez como un cometa en el firmamento., el amor es hermoso, único e inolvidable y llega muy pocas veces-
Ya habíamos caminado un buen trecho y decidimos entrar y sentarnos en un pequeño local donde vendían café... Ahí proseguí con mi plática.
-El día de mañana presentare un libro, lo he escrito a partir mis vivencias., lo hago por simple gusto., en el hablo del amor, no soy poeta ni escritor, solo escribo lo que me dicta el corazón-
Mi dialogo fue interrumpido por el personal de servicio., que de manera atenta nos llevaron dos vasos de agua para posteriormente tomarnos la orden, yo pedí un café expreso y mi amigo un té frío, ya estando de nueva cuenta solos me dijo:
-La verdad si he estado enamorado-
Guardo silencio, lo vi tenso, bajo la mirada, saco de su saco una caja de cigarrillos, encendió uno y lo empezó a fumar muy lentamente. Yo tome de nuevo el control de la plática y argumente:
-No es pena llorar por una mujer., y más cuando la amas., cuando lo sientes y eres consciente de eso., llénale de atenciones y regalos también ¡porque no! Pero lo que importa es que sepa, que tan grande es tu amor por ella, que vea que la cuidas, que la entiendes, que la escuchas y es más: ¡Que la adoras!
El me observaba fijamente., hacía gestos de nerviosismo, y de vez en cuando se tocaba la frente., y me dijo:
-Te voy a ser sincero., amo a una mujer, y precisamente traigo un regalo para ella., pensaba dárselo., pero han pasado tantas cosas que no sé si lo reciba-
Lo mire, metió la mano al bolsillo de su saco y de una cajita color gris brillo un anillo., y prosiguió:
-Esto era para ella, pero no la he visto en dos meses-
-¡Ya no sé qué hacer!-
-¿Tú dime?-
Me pregunto
-Caray amigo quisiera ayudarte, pero aunque no esté en mis manos lo intentare., la única forma en que puedo es contarte lo que me paso hoy-
-Por la mañana venia del trabajo y me encontré a mi paso a una hermosa señorita., no pasa de 26 años yo supuse, nos subimos al mismo autobús. Por coincidencia nos sentamos juntos en el mismo asiento., ella llevaba audífonos y libros en la mano, como te dije era realmente hermosa. Su perfume delicado y de un aroma a cítricos, rodeo el ambiente. Tenía cabello largo y su figura delgada mostraba un bonito cuerpo, insisto muy hermosa-
-Pero que crees., pasados unos minutos., vi rodar por sus mejillas varias lágrimas. Respiraba con dificultad, se notaba que iba sufriendo. Como sabrás no me pude contener y me atreví a preguntar que le sucedía-
-Y esto me dijo-
-No le diré mi nombre., porque no suelo hablar con extraños., pero usted me da confianza-
Claro está que yo le agradecí.
-Si me ve llorar, es porque creo haber perdido un gran amor., quizás no lo valore, no lo entendí, no lo cuide., pero créame que me duele el alma llegar a perderlo-
-Amigo créeme que ver llorar a una mujer no es fácil, y más por amor. Pensé, valla suerte del hombre que tiene el amor de esta hermosa dama-
Como nuestros destinos de viaje eran distintos, y quedaba poco del camino solo le pregunte si podría ayudarla en algo, lo que ella quisiera, y dijo:
-Si-
Me pregunto
-¿Qué puedo hacer para no perder el amor?-
Y así respondí:
-La fuerza que motiva la razón de vivir del ser humano es el amor., cuando sientas esa fuerza., no la sueltes, aférrate a ella, y lucha por conservarla., eres una mujer joven, y al paso de tiempo lo entenderás. Camina y cuando puedas corre., pero corre con el amor de tu vida y juntos llenen de éxtasis cada momento e instante que han de vivir-
Ella miro por la ventanilla., reviso su reloj, y antes de irse me dijo:
-Espero algún día poder platicar de nuevo con usted-
-Cuando bajo la vi alejarse., secando sus lágrimas, se encamino rumbo a un centro comercial., pero que crees., ella había dejado sobre el asiento una pequeña libreta de direcciones. Y precisamente aquí la traigo., antes de encontrarte le busque en la libreta., y por casualidad di con su número y la cite en este preciso café. Valla coincidencia mira, ahí viene-
Mi amigo volteo presuroso., hacia la entrada., y cuando la vio me dijo:
-Es ella-
-La mujer que amo-
Yo le dije:
-Esto es tener suerte-
Ya eran las ocho de la noche., me levante del asiento me dirigí hacia a ella., la tome del brazo y la lleve a la mesa.
Ahí estaban los dos de frente., mirándose uno al otro., sin saber que decir. Como no hablaban., yo inicie:
-Amigo., ella es la señorita de la cual te hable., ahora el momento es tuyo. No lo desaproveches y has lo que tenías planeado hacer-
Los deje solos., salí y me coloque afuera del cristal que daba a la calle de ese pequeño café. Ahí vi algo maravilloso., ella de pie y el de rodillas., entregando en su mano el regalo que minutos antes me había enseñado.
Comenzaba a llover., cuando los vi besarse y abrazarse., era una escena de amor puro., que por casualidad del destino fui el motivo de su unión. Las gotas de lluvia mojaban mis hombros., me di media vuelta y partí., no sin antes verla llorar nuevamente., pero ahora de felicidad... y dejando atrás aquella escena continué mi camino., esperando que el destino me pusiera otra vivencia como esa..


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