martes, 8 de marzo de 2016

Desobediente

( Reflexión )


Le había inyectado su veneno; fue tan sorpresivo el ataque que no se lo esperaba; quien diría que la muerte estaba a escasos minutos; vivir o dejarse morir; rápidamente un desfile de pensamientos pasaron por su mente. Carlos., era un joven de escasos quince años., esa tarde había desobedecido una orden., y se introdujo de manera imprudente en el  bosque., ahora tenía un grave problema por resolver y su vida estaba en juego. El veneno comenzó a correr por su sangre., un ligero cosquilleo en sus extremidades inferiores dio inicio. No había otro camino más que correr., era el arranque de una cuenta regresiva. Y Carlos tenía que ganar. La distancia se hacía cada vez más larga., sus zancadas eran lo más largas posibles., la respiración y el latir del corazón se aceleraba a cada paso que daba., un ligero sabor a sangre rodeo su boca., sudoroso y jadeante pudo avanzar y salir del bosque. Poco a poco iba perdiendo el aliento., pero el temor a morir le daba la fuerza necesaria para seguir adelante. Su vista se empezaba a nublar cuando supo que había llegado al campamento., las voces inconfundibles de sus familiares lo empezaron a guiar. Habían pasado apenas 4 minutos., minutos que parecieron eternos para Carlos. Casi cayendo pudo llegar frente a su madre., y grito -mama., ayúdame., he sido mordido por una serpiente- la piel azulosa corroboraba lo que él decía., su cuerpo se empezaba a paralizar., pues sus movimientos ya no eran coordinados., su madre al verlo grito con todas sus fuerzas -ayuden a mi hijo., auxilio, que alguien lo ayude- había que agilizar la forma de salvarlo.,  moverse ahora era cuestión de vida o muerte., velozmente el personal que cuida el bosque  acudió en su auxilio., Carlos ya había perdido el conocimiento., su cuerpo estaba rígido pero aún con vida., los vigilantes daban los primeros auxilios., inyectando un suero que contrarrestara los efectos del veneno de la serpiente. Carlos en un sueño profundo vio a su madre., ella iba en un enorme barco sobre el mar., que poco a poco se alejaba de él., con llanto en los ojos le gritaba., le pedía que volviera., que no lo dejara., que ahora sería bueno y obediente., su pecho era presa de tan profundo dolor., amargura por sentir la soledad., que hincado a la orilla del mar se dejó caer., el barco se había alejado con su madre abordo., Carlos grito perdón por haber sido lo que era., y prometía cambiar aun cuando su madre ya no estaba., de repente todo era oscuridad. En ese sueño Carlos dejo salir lagrimas aún dormido., todos los presentes lo notaron., pero no sabían el porqué. Las horas pasaron y Carlos despertó., al abrir sus ojos se encontraron con los de su madre; ella lo tenía en brazos y lo miraba fijamente., Carlos lloró y dijo - mama., perdón por mi desobediencia., por no saber escucharte, ahora entiendo lo que haces por mí., cuando me regañas o llamas la atención., te amo mama., desde lo más profundo de mi ser., hoy entiendo que me cuidas y que buscas mi bienestar- Carlos no pudo decir más., un nudo en la garganta detuvo sus palabras. Su madre lo abrazo con tal ternura que las palabras salían sobrando. Carlos estaba vivo, eso era lo importante para ella., y Carlos comprendió la importancia de su madre dentro de su existencia.


"...Llámame la atención cuando falle., corrígeme si estoy equivocado., guíame por el mejor de los caminos., y enséñame a aprender con amor y nobleza., pues mi alma joven está dispuesta a conocer y descubrir, y si fallo aprenderé a disculparme., y recibir de ti el más tierno de los abrazos..." 

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