Un cuento
de vida
Aquel gato tenía
un don., él no lo sabía pero así era.,
una mañana salió en busca del lugar donde nace el sol y encontraría además
la "flor de los sueños" ¿pero quién
era este gato., que todos mencionarían al paso del tiempo? Yo se los contare:
Había nacido
humilde., en un viejo granero a las afueras del pueblo., su madre lo había
criado a su manera., de espíritu libre., soñador y entusiasta., no hay escuela
de gatos., ellos aprende de lo que ven o viven., de pequeño lo llamaba
"fausto" su hogar no era diferente al de los demás., él sí lo era.,
por las mañana subía a lo alto de la colina para ver el amanecer., le causaba
admiración el resplandor del sol naciente., y la fragilidad sutil del aire al
tocar tan suavemente su rostro., sentado soñaba, imaginaba, pensaba en que
habría allá en la distancia., donde salía diariamente el sol. El éxtasis era notorio es sus ojos.,
la pasión y la admiración lo envolvían. Esta rutina la hacía cada uno de los
días., llenándose de inquietudes y nostalgia. Su madre lo observaba., ella era
la mamá que todo hijo desea tener., lo cuidaba, lo mimaba, le hacía ver la vida
tal cual era., difícil en ocasiones pero hermosa la mayoría de las veces. Fausto sabía y
comprendía algunas cosas., pero le faltaba mucho más por aprender. Y lo haría
ese es el destino de todos. Los días pasaban fausto crecía y con él los sueños
también., sueños de libertad, de búsqueda. Tenía interrogantes, inquietudes
propias., pero en su pequeña alma no buscaba la desobediencia., ni la rebeldía.
Deseaba comprender y ser comprendido... El día aquel amaneció, fausto miro a su
madre., y sus primeras pensamientos fueron -tengo que decírselo, debo
preguntarle, ella ha de saber- por lo que dijo así - mamá ¿qué hay más allá de
donde nace el sol?- la mama de fausto sabía
que preguntaría., y estaba preparada para darle sólo algunas respuestas. Y por
lo mismo dijo -querido hijo., el mundo es inmenso demasiado grande para
explicarte en pocas palabras lo que es., solo tu podrás descubrirlo., lo que si
te diré, allá hay tantas cosas que los hombres y los animales luchan, pelean
por conseguirlas, y solo el más inteligente entiende la realidad de la vida- la
mama se pasó varios minutos explicando a su manera lo que fausto pregunto. Y
finalmente agrego - hijo mío ve y conoce, pero antes de partir llévate este
obsequio mío- su madre sacó de entres sus pertenencias una hermosa piedrecita
de un color café. Y agregó - mira bien esta piedra y escucha., cuando allá
peligro su color se volverá negro y si existe paz aclarara., pero cuando allá
amor verás lo más increíble se tornara de rojo- fausto asombrado no entendía
aun la importancia de tal magnífico regalo., solo sentía en su mente
inquietudes, y gran cantidad de preguntas. Esa noche durmió., tenía su regalo
bajo la almohada., era su tesoro el más preciado hasta ahora., pues había sido
el regalo de su madre. Al llegar la mañana partió rumbo a la colina., llevando
solo lo indispensable., pero no olvidando su regalo. Madre e hijo se
despidieron con solo una mirada y un abrazo tierno. Al llegar a la colina., la
maravilla del día estaba por mostrarse., un sol radiante y cálido se veía
brotar en la distancia., por lo que fausto emprendió su marcha., como todo
gato., disfrutaba de correr., así que si tenía ganas corría., y sino caminaba.,
pero no perdía ni un instante en admirar todo a su paso. Jugueteaba, cantaba,
bailaba, pues a eso había salido. El camino era suyo y no lo iba a
desaprovechar., de vez en cuando revisaba si llevaba su regalo. Pasaría un buen
tiempo cuando por el camino encontró a un gato montés. Fausto era un gato
pequeño pero muy educado., y al verlo detuvo su marcha y pregunto - señor., ¿este
es el camino que lleva a donde nace el sol?- el gato montés era misterioso.,
sus ojos insípidos., y su atuendo nada agradable, por lo que respondió - ¿quieres
respuestas? ¿Todo tiene un precio? Cuánto vale la respuesta a tu pregunta?-
fausto no entendía., pagar por llegar a algo que nace todos los días y que es
de todos. -¿dime que tienes para darme a cambio?- fausto sabía que nada tenía
solo el regalo de su madre., lo tomo con su mano y oh! sorpresa la piedra negra
era., el gato montés no la había visto., fausto comprendió la situación y sin
decir nada salió corriendo lo más veloz que pudo., al cabo de varios minutos
consiguió de nuevo la calma., y siguió su camino. Miro la piedra y esta era
clara. No entendía lo que ocurría, pero entonces empezó reflexionar., la maldad
se vuelve negra., la paz y tranquilidad es clara., muy interesante... Y siguió
su camino. Los días había transcurrido tranquilos, el camino mostraba la
majestuosidad del mundo... Fausto caminaba., pensativo, concentrado., cuando
vio a una paloma en el suelo., se había lastimado una de sus alas., ya no podía
volar., por lo que se apresuró en acercarse y preguntar en que podía ayudar., la
paloma lo miro y exclamo -no me lastimes., sé que los gatos llegan a comer
aves., pero yo estoy indefensa y no puedo volar- fausto la miro., como pudo la
levantó y coloco en un lugar seguro - aquí estarás a salvo para recuperarte., y
en unas horas más podrás volver a volar- la paloma agradecida dijo -tu noble
gesto será bien pagado., sigue por ese sendero y al llegar a lo alto de la
montaña encontraras lo nunca nadie ha visto., hay un camino angosto., síguelo.,
y al llegar al final encontraras una de las Flores más bellas., que tus ojos no
dejaran de admirar., pero nada más está
permitido cortar una., hazlo así y tendrás lo que siempre has soñado- fausto
agradecido siguió su camino., y al poco tiempo llego hasta lo más alto de la
montaña., y efectivamente una flor tan hermosa vivía ahí., y recordando las
palabras de la paloma tomó sólo una y la llevó consigo.. Ahora llevaba dos
regalos., la piedra y la flor.
Pasaron los
días y el sol nacía siempre en el mismo lugar., pero fausto no lograba llegar a
donde se guardaba antes de salir., cansado ya de caminar., pensó en regresar., esa noche detuvo su marcha y durmió., había
llegado hasta el mar., temprano abrió sus ojos y vio por primera vez lo que
tanto deseaba., el sol no nacía se ocultaba en el horizonte., para volver a
salir., y su brillantez era tal que cegaban la vista. Fausto pensó - llevare un
rayo de luz a mi madre., un digno regalo para ella- una perla del mar brillaba
a la luz del sol., la tomo y la guardo. Y emprendió el regreso. En su camino a
casa se topó con un conejo caminante., y este le pregunto., - ¿gato que llevas
ahí?- fausto respondió - una piedra, una flor y una perla - pero el conejo
respondió - no es cierto., tu llevas., la flor de los sueños., el corazón de la
roca., y la luz del alma- fausto no entendía nuevamente., - esos objetos son
muy valiosos., solo se dan a un ser especial., a aquel que tiene el don de la
sabiduría, el amor y la inteligencia. Eres un gato muy afortunado- fausto
agradecido se alejó rumbo a su hogar.,
ahora corría velozmente., su afán era volver y contar a su madre lo
aprendido... Pero el destino le tendría una desagradable sorpresa., su madre en
cama agonizaba., fausto había salido muchísimo tiempo., ahora era un gato
adulto. Entró a su hogar., la miro y lloró., ¿debería de arrepentirse? Sentirse
culpable por buscar sus sueños. Su madre sonreiría por última vez., al mirar a su hijo., lo tomo de la
mano., y con voz tierna lleno ese vacío en el alma de fausto - la piedra que te
di es mi corazón de madre por cuidarte de la maldad del mundo., yo sabía que encontrarías
la flor de los sueños., la motivación por todo lo que desees., por la belleza
del espíritu., y la perla del mar, es la luz que alumbrara diariamente tu
camino para que no tropieces y si sucediera puedas volver a levantarte y día a día
triunfar.. Esas fueron las últimas palabras de la mama de fausto… ese día
murió.
El tiempo
paso., Flores blancas eran adorno a la memoria de su madre., una mañana fausto
subió a la colina., pero al llegar se percató que no estaba solo., una hermosa
gatita de ojos cafés se encontraba admirando la belleza del sol al salir., a
fausto el corazón latió rápidamente., y sin saber porque saco la piedra que su
madre le había regalado y valla sorpresa esta era color roja., se acercó y
sentándose junto a ella dijo: -el amor nace con el amanecer del sol., y se
adorna con las Flores de los sueños- Fausto el gato tenía el amor a su lado... y
de esto todos hablaran por muchísimo tiempo.
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