Bunga bunga
Tongo tongo
Era el canto que se oía para una selva virgen y sensual
Sumba sumba
Wenga wenga
Un monito acelerado tocando su conga para ese festival
Toquin toquin
Bungue bungue
Una danza sonidera augurio de un banquete intrépido y carnal
Zadao zadao
Alegoro Alegoro
La llamada de aquel monito insinuante y terrenal
De pronto el silencio, las luces se encendieron y el monito tocó con más frenesí
Sowa Sowa
Sus manitas sudaron
Altum altum
La selva desnudó todo su ser
Y sus congas parecían tocarse solas...
Alego Alego
Turam turam
El monito poseyó a la selva con tal ritmo que solo se oyó un místico gemido
La lluvia fue placentera, el calor indescifrable, la virtud del suceso indescriptible....
Tongo tongo
El tambor había llamado, el monito se volvió todo un rey y la selva dejo de ser virgen para convertirse en Diosa...
Como no había testigos el monito tocó ahora con suavidad, sus manos eran mágicas, a ritmos distintos empezó de nueva cuenta, el placer explotó otra vez..
Sole sole
Las estrellas cubrieron el escenario y el mar calmado baño aquellos dos seres, la danza seso, sólo el respirar se podía escuchar...
Tom tom
Era un ritmo supremo e interior, en esa noche el monito había tocado el mejor de los instrumentos, el único que sólo el amor puede tocar y ese es el Corazón...
Autor
Mauricio Zamora
Seudónimo
Corazón de Muñeco
México 2017
Pasión por escribir
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