-Yo regalo al mundo el signo de mas, es un buen ejemplo de logro, triunfo y éxito-
-Yo al contrario, regalaré el signo de menos, el hombre debe de despojarse de lo material, ser digno de humildad y saber servir-
-Yo no me quedo atrás, mi regalo es el signo de igualdad para todos, un camino igual firme y correcto, sembrar y cosechar lo hermoso de la vida-
Un sabio los oyó interesado, aquellas palabras eran firmes y convincentes, entonces se a cerco y dijo así:
-Tengan estas tres macetas y cada uno deje ahí sus regalos, coloque todo en el camino y vengan conmigo, no pregunten nada, dejen aquello en lo que creen poseer, si al tiempo regresan descubrirán el resultado y si no vuelven es que lograron su destino en el universo-
Los tres hombres lo vieron alejarse pero no lo siguieron, creyentes de sus ideas utilizaron las macetas y esperaron pacientes, muy pacientes.
El sabio había caminado un largo tiempo, atrás de el lo seguía un pequeño niño. En lo alto de la montaña se detuvo, miró al pequeño y preguntó:
-¿Desde donde me sigues?-
-Vengo tras de ti, cuando diste a aquellos hombres sus macetas-
-¿Y porque no te quedaste con ellos?-
-Porque pensé ¡Para que quiero macetas! Si puedo seguir al creador de todas ellas-
El sabio se sentó a rodearse de todo lo maravilloso del mundo y el niño junto a él, contemplando todo y no deseando nada a la ves, el niño se volvió mundo y el mundo también niño.
Autor
Mauricio Zamora
Seudónimo
Corazón de Muñeco
Diálogos Infantiles
Acústico Producciónes México
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