Un señor estaba sentado con la mirada al piso y le pregunté ¿Qué busca usted?
-Busco topos blancos y de cola gris-
Fue curiosa su respuesta porque estábamos en un lugar donde había piso de concreto, sin embargo le dije ¿Lo ayudo?
-Cuando escuches sus pasos síguelo y me dices donde se esconde-
Parece una locura lo que me puse a hacer, al igual que el me senté y empecé a buscar en el suelo
-¿Qué ves? ¿Ya encontraste alguno?-
No quería mentirle, pero la verdad yo no veía nada de topos, solo polvo y restos de tierra, comida, hormigas y una que otra basura
-¡Fijate bien! Los topos dejan sus pequeñas huellas en el piso, por eso hay que estar muy atentos. Cuando las encuentres siguelas y ahí lo encontraremos-
Pues sin más explicaciones, seguí la indicación que se me dio. Sin darme cuenta ya estaba yo de rodillas. No me percaté que la gente se empezó a detener, nos miraban en silencio y algo curioso, empezaron a hacer lo mismo.
-¿Ya lo encontraste?-
El anciano me volvió a preguntar, sin embargo le volví a decir que no. Pasaron algunas horas y ya no éramos solo dos. Ahora estábamos en esa posición más de cien. Todos buscando algo que ni uno ni otro sabía que era realmente. Por lo que me levanté y me aparte una distancia considerable. Ahí vi algo sorprendente, todos hacían lo mismo que ese señor. Dando vueltas sin sentido. Sin despedirme me aleje por el camino de pie. Cuando lo hice logré escuchar una voz que me dijo:
-¡Adiós amigo mío ! ¡Vas por buen camino! Que el aire del campo te acompañe y sigue adelante-
Entonces descubrí que los topos blancos y de cola gris existen, solo que no están en el suelo, sino lo contrario., corren libremente por el campo....
Autor
Mauricio Zamora
Seudónimo
Corazón de Muñeco
México 2019
No hay comentarios.:
Publicar un comentario