El último regalo

¡Señor! He traído estas copas a tu casa., como veras no son de cristal y mucho menos tan finas como las tuyas. Aun así las pongo en tu mesa. No las llenaré de vino, su contenido sera un poco de agua del rio. También pondré un poco de pan, lo hice yo mismo, cultive el último trigo que me quedaba y pude hacer solo este pan. Quizás ya esté un poco duro, tiene dos días que salió del horno. Así es señor, es lo único que tengo y sin afán de ofenderte me iré, mañana volveré con lo que pueda. Mis fuerzas ya son escasas, pero aún así lo intentaré. Gracias por abrir tu puerta y dejarme entrar. -¡Hijo! No te vallas, descansa esta noche, mañana será un mejor dia- Dormiré entonces a tus pies y cantaré para ti, hoy ya es tarde, el tiempo se ha ido tan rápido que no lo he sentido. Dormiré tranquilo. Aquella fue su última noche, la luz de su vida se apagó, sin embargo al despertar en la eternidad encontró el mejor de los banquetes y la Música de mil ángeles acompañaron esa fiesta. Ahí sí fue invitado, se volvió un rey. Su padre le dio la mano y lo acompaño al jardín a presenciar un nuevo día. Autor Mauricio Zamora Seudónimo Corazón de Muñeco México 2019 Ideas del autor