viernes, 11 de septiembre de 2020

Ella (Vida)

Ella es mi inspiración, las líneas de mi poesía, las frases de mi alma. Puedo sentir la brisa en un atardecer, cuando comienza a caer la noche y miro la necesidad de correr bajo la lluvia, por necesidad o placer. Quizás el fuego de un poema erotico surja a raíz de un maquillaje, de una sombra diminuta que deja ver el sutil escote de unos senos hermosos. Lamentablemente soy un poeta, un creador de palabras con sentido para el mundo. Me gusta el misterio, ese que nace de la figura femenina, del suave roce de una mirada en la noche oscura. Escucho el canto del viento y siento las caricias de la lluvia, también veo lo que nadie podrá mirar aún cuando lo tengan de frente. He soñando con la grandeza, con el cambio del universo, con la majestuosidad del tiempo y el espacio. Todos podemos sentir, imaginar y construir, a menudo la vida es así, pero mis sueños van mucho más allá de la realidad, he visto cielos repletos de emociones, montañas cubiertas de llanto y mares torturados por el egoísmo y la envidia. No hablaré de las derrotas, creo en el triunfo, el éxito y la fortuna. Por ella estoy aquí, por ella me he puesto a navegar en este mundo incierto, por ella, pero no me mal entiendan ¡Hablo de la vida!la admiración que le tengo cumple todos los requisitos de mi existencia. Ella es mujer, ella es Diosa, ella lo es todo. El mundo separa las cosas, pero nada es así, todo interactua en este plano material, por algo los minutos son exactos. Vida mía, cuando llegue mi momento, arranca de mi pecho la braza que me mantiene vivo, llevame al origen del ser eterno, pero jamás menciones porque he partido. Solo tú sabrás si cumplí la tarea dispuesta para mí. Cuando despierte después de haber dormido tanto, enséñame el sendero que lleva a la luz del firmamento y muestrame la escaleras que lleven a tu balcón, cuando esté ahí permite que me robe un beso tuyo. Creeme que revivire al sentir el suave roce de tus labios. Amada mía, tanto he esperado, que hoy me arrodillo a tus pies. Levanto mi rostro para ver lo que soñé, y por fin me doy cuenta que existes. El reloj ha sonado, el sol pide mi presencia, iré ahora, he sido llamado. Y tú estarás ahí, esa es la verdad de la vida, indudablemente.... Ideas del autor Mauricio Zamora

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