Al elefante le da mucho miedo la noche
Dice que hay fantasmas locos
que bajo su cama vive un duende
Y en la madrugada le prende los focos.
Tiene en la mesa un vasito con agua
Por eso de los espíritus y apariciones
Prende una vela de cera
Hace plegarias y oraciones.
Cuando llega la media noche
Oye pasitos muy queditos
Se tapa hasta las orejas
Y solo se ven sus ojitos.
Su mama le regaló un día un talismán
De esos que dan buena suerte
Lo compro barato a un chamán
Dice que espanta coyotes y asta la muerte.
El elefante es precavido
Amarró con un hilo un diente de ajo el techo
Tiene una estaca que ha escondido
Por si llegara un vampiro al acecho.
Como estaba tapado asta la cabeza
Sus patitas empezaron a tener frío
De pronto que se cae la mesa
Y asustado grito ¡Hay Dios mío!
El silencio se hizo total
y las luces se apagaron
Tomo la estaca y el ajo mortal
Y sus dientes rechinaron
Pregunto
-¿Quién anda ahí?-
y unas risas se escucharon
Ya no pudo moverse
cuando las cadenas arrastraron.
El elefante sudaba y sudaba
Tapado con su cobija
Quería ver y no veía nada
Sacaba su nariz por una rendija.
La ventana se abrió
Y Fuertes vientos soplaron
El elefante dijo:
-¡No me lleven!-
Cuando su cobija le jalaron.
-Seré un elefante bueno, haré mi tarea y mis obligaciones-
De repente el viento cesó
y aparecieron tres visiones.
El elefante miró
Temblando de miedo
Era un cura
Un payaso
Y un ladrón
Los que hicieron el enredo.
El cura había ido por su vino
Pues lo dejo en la mesa
El payaso lo siguió
Diciendo:
-Yo le ayudo por si pesa-
El ladrón que no era ladrón
también se había a comedido
De disfraces era la reunión
Y esos trajes habían conseguido.
Por eso había brujas y vampiros
Momias y muertos vivientes
Ruidos raros y suspiros
Producto de los asistentes.
El elefante se puso muy feliz
Y dijo:
-Nunca tendré miedo-
Pero que brinca un ratón
Y ahí empieza otro enredo.
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