domingo, 26 de agosto de 2018

Don Tomás

¿Don Tomás a que se dedica usted?
-A la venta de elotes-
¿Y vende mucho?-
-Unos cuantos solamente-
¿Siempre se ha dedicado a eso?-
-De joven fui cortador de café-
¿Un trabajo muy pesado?
-Lo normal como todos los trabajos-
¿Y después? ¿Qué hizo?
-Tiempo después aprendí el oficio de zapatero y cuando no cortaba café, reparaba zapatos a los amigos-
¿Tiene muchos amigos?-
-Solo los necesarios-
¿Y que más ha hecho?-
-Me fui al ejército-
¿Tan joven?
-Aprendí la disciplina militar-
¿Oiga y no es muy peligroso?
-Un poco, pero esa historia no duró mucho-
¿Por qué?
-Conocí a josefina-
¿Se caso?
-Nos vimos por primera vez en la sierra y de ahí ya no pude dejarla-
¡Que romántico!
-Así que deje el ejército y aprendí el oficio de la herrería-
¿Ya no trabajo de zapatero?
-Pude combinar los dos oficios, sin embargo había algo que siempre llamó mi atención-
¿Qué fue? ¿Cuéntenos todo?
-Viajar-
¿Entonces se fue solo?
-Nunca, josefina me acompaño-
¿A dónde fueron?
-Conocimos hermosas playas, anduvimos por largos caminos, comimos los mejores manjares y disfrutamos muchas primaveras-
¿Y después que paso?
-Nos dedicamos al cultivo de las flores-
¿Se volvió jardinero?
-El mejor de mi pueblo-
¿Y josefina?
-Ella está allá-
¿Dónde?
-En aquella pequeña casa-
¡Oiga don Tomás, esa es una mansión!
-Si usted lo dice, para mi solo es una casa-
¿Entonces usted no era solo cortador de café?
-Claro que si, mi padre trabajó tanto por mucho tiempo que me dejó esas tierras y unos cuantos cafetales-
¿Y tampoco fue solo zapatero?
-Sigo siendo, fabricante de los mejores zapatos de la región-
¿Ni florista?
-Por supuesto, mis flores son exportadas a todos los rincones del mundo, con la finalidad de dar alegría a los enamorados-
¡Es usted millonario!
-Nada de eso ¡Venga lo invitamos a comer!-
¡Don Tomás! Con mucho respeto ¿La dama de allá es josefina?
-Así es-
¡Es muy hermosa!
-Muchas gracias-
¡Seré un poco indiscreto! ¿Qué trae en esa cajita de madera?
-¿Esto? ¡Cuándo lo entregue lo sabrá!

Los dos caballeros entraron a la casa, josefina los recibió alegremente, era una mujer atractiva y espectacular. Su sonrisa dibujó la alegría al ver a don Tomás. El regalo fue entregado en mano y ella lo abrió. Dentro de la caja había un corazón hecho a mano en fina madera y de un aroma exquisito.

¡Don Tomás! Que magnífico regalo
-Gracias-
¿Usted lo hizo?
-El día en que conocí a josefina fue bajo de un enorme árbol, ahí le prometí lo mejor de mí, hace unos días fui por un pequeño trozo de madera y he aquí el resultado-
¡Excelente don Tomás!
-¿Pasamos a la mesa?-
¡Será un honor!

Josefina y don Tomás brindaron ese día, la comida fue excelente y al terminar:

-Hijo deja de hacer tantas preguntas a tu padre y ve con tus hermanos a los cafetales. Y siembra como el, aprende de él y vive tus sueños como él-

Micro relato
Fantasía e imaginación

Autor
Mauricio Zamora
Seudónimo
Corazón de Muñeco
México 2018

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