-Mama estoy enfermo-
-¿Que tienes hijo? -
-Me duelen las ideas-
-¡Caray! ¿Cómo está eso?-
-Si, de verdad-
-¿Y cada cuándo sientes dolor? Para llevarte al doctor-
-Pues., cada ves que pienso-
-¡Eh! Tu me quieres ver la cara-
-No mamá, ayer pensé en que haría sin ti, y me dolió-
-¡Hay hijo! Mejor dime que se te antoja-
-Quiero comer gallina-
-¿De rancho?-
-No, de las que venden en la esquina-
-Esta bien, te compro tu gallina-
-Ya se, mejor algo delicioso-
-¿Un dulce? ¿Te late?-
- Si., Cómprame una taza de chocolate-
-Muy bien-
-Mama ya no estoy enfermo-
-¿Ya te curaste?-
-Si., con la taza que me diste de chocolate-
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