jueves, 28 de julio de 2016

Encuentro de Amor ( Piedra de río )

Lo juzgaron injustamente y a medio día dejará de existir. Tiene solo unas horas para despedirse ¿Que es lo que hará primero? Por ultima vez visitará su huerto., aquel árbol de nuez fue testigo de tantos juegos y travesuras, que mejor regalo se puede pedir. Su padre lo sembró para él y ahora se quedará para los que vienen. 
¿Y que sigue? El arroyo donde la miró por primera vez., aún lo tiene presente, pues fue ahí donde conoció el amor. Siendo tan joven supo que ella era el amor de su vida. Y precisamente ese día fue correspondido. 
¿Ahora a donde irá? De camino a casa hay un pequeño puente. Una hermosa tarde de abril supo lo que era un beso., con tal ternura y emoción le dieron ese magnífico premio. Pues aquella mañana en el río hizo algo que le abriría todas las puertas al amor. 
¿Y que hará ahora? El pueblo es muy pequeño, pero tiene de todo, nada le sobra y nada le falta. Doña Martina lo vio crecer pero ha muerto hace muchos años. Si le regaño fue justificadamente, pero a pesar de todo lo quería., era su madre. A ella le gustaban las violetas, bello regalo para dar por última vez. El pintoresco cementerio fue su otra visita., como no hay nada que se roben, nadie lo cuida. Excepto don Miguel el encargado de hacer faenas de limpieza., ya esta muy mayor para seguir con eso, pero lo hace con tal gusto que dice -a mis difuntos los cuido yo, espero que alguien también algún día me cuide a mi - don Miguel es muy simpático y vivaracho. 
¿Es tarde para seguir? ¿Que sigue? La iglesia a esa hora tiene muy poca asistencia., el párroco da la misa de seis. El padre chuy hoy se a puesto muy serio porque llamó varias veces a misa y solo unas cuantas señoras llegaron. Vale la pena entrar y tal vez despedirse. Él ha tropezado con don marcial., su antiguo patrón y único amigo. Lo saluda amablemente y sigue su camino. Regalar unas cuantas monedas no lo dejaran más pobre ni le harán más rico., a donde irá ni falta le harán. Esa tarde comulgar nadie se lo impedirá, salvo la mirada segadora del padre chuy que, por lo visto hoy no a sido su día. 
¿Y después? Algunas casas han encendido sus luces, hace un poco de calor, la gente lo ve pasar, se acomodan en las entradas de sus viviendas. Se empiezan a oír los grillos y las chicharras. El tiempo se agota y falta solo una visita. Aquel parque tiene años de haberse construido, unas cuantas bancas son asientos de los visitantes. Un muro de piedra limita el parque de la escuela. 
¿Que hará ahora? Sus pasos los dirige hacia ese muro, un corazón tallado en piedra de río es su destino. Ahí se detiene y posa sus manos mirando al cielo. Varias lágrimas corren por sus mejillas. Años atrás, ahí vivió momentos tan felices y ahora pueden pasar a ser solo recuerdos. Se ha dejado caer de rodillas., ya no hay nada más que hacer. 
¿Nadie hará nada? La lluvia a caído mojando completamente su cuerpo., poco a poco se levanta e inicia nuevamente la marcha. Junto a él un pequeño cachorro lo sigue., lo ha mirado y le agradece. Ahora van dos almas caminando juntas bajo la lluvia. 
¿Habrá razón para condenarlo? Por ser diferente está así, por sus ideas e intenciones., quizás no existía causa real para acusarlo. La gente no conocía los verdaderos motivos y se aferraban explicaciones absurdas. 
¿Quién era él entonces? Muy simple para quién sabe vivir., algo confuso para gente ignorante. Su nombre era muy poco conocido. Era un hombre con una sola cualidad., saber amar. Hablaba y sabía del amor. Lo vivía en lo más profundo de su ser. Y aún así sería castigado. 
¿Castigarle por amar? Aquella noche durmió a la intemperie., bruscamente lo despertaron. Lo encadenaron y preso lo llevaron. En lo alto del cerro cobrarían cobardemente las supuestas faltas. Un precipicio seria su tumba. No había juez ni verdugo., solo gente queriendo cobrar sus deudas. 
¿Sus últimas palabras? Volvió su rostro ante aquellos hombres crueles y dijo sereno -Miren, no tengo temor. Si mi destino es perecer lo acepto humildemente- Todos callaron y lo vieron decidido. 
-Mis cartas que hicieron nacer la pasión suyas son. También aquellos versos escritos en piedra de río que todos pueden leer en el parque igualmente son suyos. Todas mis riquezas que sean de quien las necesite- Les dio la espalda y espero el toque final. 
¿A caso sí morirá? La gente parecía no haber escuchado. Deseaban verlo perecer. De repente se oyó un grito y todos callaron...
- Si te vas yo me iré contigo, te acuerdas que eso escribiste en piedra de río., la misma con la que me tropecé y caí, pues aquel día por poco pierdo el único regalo de mi madre y como agradecimiento nos dimos ese primer beso el cual uniría para siempre nuestras vidas, aquella piedra fue la colocamos cuando se construía el muro del parque ¿Lo recuerdas?- La gente estaba sorprendida, no podían creerlo, esa voz era nada menos que de la mujer más bella del pueblo., la hija de don Genaro., el presidente municipal de aquel poblado. 
-Te amo como tu a mi y nadie impedirá que esté a tu lado- La gente seguía callada
¿Quien lo mandó silenciar? Todos los presentes apoyaban algo que desconocían., don chuy el párroco también se desconcertó. Le habían mandado traer para evitar una injusticia. 
-Si mueres tu también yo- se oyó con fuerza y determinación su voz. Corriendo de entre la gente se apresó de sus brazos., hombre y mujer se miraron fijamente. La suerte estaba echada., todo dependía de los presentes. El hombre saco de entre sus ropas una flor de girasol y se la entregó. 
-¿Te acuerdas? Está es la que vimos nacer en aquel puente- En esos instantes llegó don Genaro y vio que aún a pesar de sus acciones su hija seguiría a donde fuera al amor de su vida. Para su sorpresa ella llevaba puesto el regalo de su madre., aquel regalo que don Genaro diera a la mama de ella. Pues aquella tarde en el río se había perdido. 
¿Esto cambiaría todo? Los enamorados tienen muchas historias., el amor nace y se alimenta de momentos maravillosos e inesperados. Don Genaro ahora lo sabe. El pueblo también lo sabe...
¿Y ellos? Una mañana de domingo los vieron colocando una pequeña piedra de río en el muro aquel donde escribieron: "... El amor lo encontramos al instante en el cual por primera vez nos miramos... " y hoy este escrito sigue ahí para ser inspiración de todos los enamorados...

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