miércoles, 27 de junio de 2018

Felicidad (Estar vivo)

El Conejo saltando brinco la cerca, la ceremonia ya había empezado y se le hacía tarde. El Tigre lo miró, sonrió y se quedó echado si mover un solo dedo. Las palomas por su parte volando un poco le dieron alcance, sin embargo decidieron tomar un poco de agua del lago. El Conejo seguía saltando no muy rápido ni muy lento. Un caballo también lo vio, tenía carga muy pesada encima, varios trozos de leña hacian cansando su caminar, aún así le dio alcance al conejo. Los dos iban a la par, el caballo agotado, el Conejo saltando alegremente, el tigre en la distancia se empezó a enojar y las palomas estaba tan llenas de agua que volaban un poco lento. Una a otra empezaron a rumorar cosas, del caballo, del conejo, del tigre y de ellas mismas. El camino era algo largo, pero eso no tenía importancia para el Conejo, a cada salto respiraba profundamente, saltos largos y cortos, que importaba.
El Tigre al ver que perdía de vista a sus compañeros, enojado inicio la carrera, como era posible que avanzarán tal lejos en tan poco tiempo, corrió con mucha velocidad pero no lograba darles alcance.
En su trayecto, enojado, cansado y preocupado veía como los demás iban llegando a su destino. Él no podía quedarse atrás, era el jefe, según las leyes naturales.
Las palomas por su parte, todas gordas no pudieron volar más y tuvieron que caminar, confiadas perdieron el tiempo criticando a todo el mundo.
El caballo estaba exhausto, en sus hombros llevaba la carga que era de todos y que por ser el único preparado para cargar se la habían impuesto. No lo pensó dos veces, tiró la carga ajena y solo llevó lo que le pertenecía.
El Conejo llegó a la ceremonia, en sus manita traía algunas cosas, su carga no la dio al caballo y aún así saltaba alegremente.
Adonde habían llegado muy pocos lo lograron, las palomas no pudieron entrar, el tigre murió en el intento, el caballo aprendió la lección y entró tranquilo.
Finalmente el Conejo regalo lo último que tenía e invitó al caballo a seguir adelante. Pues un gran camino les esperaba. Los dos amigos emprendieron la marcha y con alegría compartieron su vida y la felicidad de estar vivos

Autor
Mauricio Zamora
Seudónimo
Corazón de Muñeco
México 2018
Cuentos y narraciónes

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