domingo, 29 de noviembre de 2020

Él señor de las bardas

Había una ves un señor que se dedicaba a construír bardas, por muchos años ese fue su trabajo. Un día llegó hasta su casa un amigo y le pidió un trabajo especial. -Amigo mío, quiero que me construyas la barda más alta que puedas hacer ¿Dime cuanto cuesta? El dinero es lo de menos, pero quiero que lo hagas en el menor tiempo posible, si fuera en una semana seria lo mejor- ¡Mi gran amigo! Tu sabes que jamás cobraría para ti mi trabajo, sin embargo ya no me puedo mover tan fácilmente como antes, puedo construír esa barda que deseas si me ayudas, y de ti dependerá si la terminamos en el tiempo que has dispuesto... Ese mismo día se pusieron de acuerdo, hablaron de lo que necesitarían para construir el muro y al otro día empezarían muy temprano... A la mañana siguente el amigo se presentó, como sería el ayudante se preparó para eso, llevando agua y comida. El sol estaba en lo más alto, el calor insoportable, pero aún así deberían trabajar -Mi amigo, este muro ¿cuanto durará?- Si hacemos bien los cimientos, quizás unos cientos de años, pero de lo contrario sólo durará un par de meses... Los dos primeros días trabajaron arduamente, al tercer día se vino la tempestad -¿Continuaremos trabajando con este clima?- Para lograr el muro que me pediste así deberá de ser, no importa el frío o el calor a ¿Quieres un muro alto? Debemos trabajar a la par... El Señor de experiencia sabía del trabajo, no en balde sus años en la construccion. Por 5 días más continuaron sin descanso, el muro aún no era lo suficientemente alto como se había pedido, al octavo día el amigo exclamó: -Dejemos por la paz este trabajo, mis manos están agrietadas y mis ojos cansados, mi cuerpo pide descanso y no veo cuando terminaremos- Entonces el otro hombre explicó: Llegaste a mi y pedir se te hizo fácil, sabias que éste ha sido mi trabajo por años, me pediste un muro porque sabes que lo puedo realizar, te invite para que vieras lo que implica hacerlo. Aun así lo construiré para ti... El muro lo hizo en seis meses, logró hacerlo tan alto que se veía a la lejanía. Fue un trabajo formidable, mucha gente lo aplaudió, valoraron la inmensa construcción y honraron a este hombre.. Al tiempo le preguntaron que había pasado con su amigo ¿Donde estaba? ¿Qué hizo después de ese trabajo juntos? Y este contestó: Mi amigo está del otro lado del muro, no supo cómo pasar conmigo, es una tristeza ¡Yo le hice una enorme puerta y jamás la vio! Ideas del Autor Xalapa Veracruz México 2020

No hay comentarios.:

Publicar un comentario