domingo, 29 de noviembre de 2020

Retrato

Estaban dos ancianos sentados en la terminal de un tren, habían regresado ese día de uno de sus tantos viajes. -¡Amigo mío! ¡Como estás? ¿Te digo amigo o mejor hermano?- -¡Caray! Si apenas me conoces ¿Te preocupa lo que somos?- -No te molestes es por cortesía simplemente- -¡Gracias! Estoy muy bien, solo que he regresado sin trabajo ¡Tu crees!- -Es qué la situación esta muy difícil para todos- -¡Así es!- La platica se puso amena, los ancianos tenían muchas cosas es común, los dos habían viajado, tenido gente a su servicio, en fin, muchas experiencias en su vida. -¿Vas a celebrar una fecha especial? ¿Por eso tu regreso?- -Hace unos días murió un familiar y pues he venido despedirme- -¡Como lo lamento! ¿Te puedo ayudar en algo?- -¡Claro que sí! ¿Te gustaría acompañarme? Pero te advierto algo, a donde iremos es una casa muy humilde- -¡No te preocupes! Pero dime ¿Qué era tuyo la persona que irás a despedir?- -Mira, familia como tal no es, fue un joven que conocí cuando yo era profesor, llegó a mi salón de clases un día muy triste por su abuelo, me contó la forma en que corrió a su padre- -Mira nada más, pero la vida es así, el abuelo debió tener sus razones- -No lo sé pero si gustas acompañarme ¡Vamos!- Los ancianos dejaron la terminal y abordaron un trasporte público. -Oye, cuéntame ¿Cuál fue el problema del abuelo y el padre de tu alumno?- -Pues la razón del conflicto no lo sé, él me contó que su padre pudo ser un gran pintor, ese era su más grande sueño, pero por cuestiones económicas no pudo realizarlo. Su abuelo muchas veces se burló de él, era un tipo de esos dominadores y con aires de grandeza- El camino a su destino estaba retirado por lo que tenían mucho tiempo para conversar. -Amigo, hay hombres que expresan cosas que en la realidad no realizan, se escudan de las palabras y sus acciones dicen todo lo contrario- -No voy a cuestionar tus palabras, mi alumno ese día estaba desconsolado y pues a partir de ese momento nos tuvimos un gran apego- -Que te puedo decir- -No digas nada, lo seres humanos son caprichosos y buscan satisfacer sus emociones con palabras equivocadas, ocultando su verdadero ser interior- La platica se hizo extensa, los ancianos no coincidían en muchas cuestiones pero finalmente era una platica pasajera, que importancia podría tener, finalmente llegaron a su destino. -¿Aquí es?- -Si, éste es el domicilio de mi alumno, bueno mas bien de su padre ¿Entramos?- Cuándo ingresaron a la casa un hombre hacia un retrato al óleo, sin voltear les dio la bienvenida. -¡Amigo mío! Me da gusto verte y veo que realizas un buen trabajo ¿Cómo te encuentras?- -Pues disfrutando lo que me agrada y celebrado el arte con la persona que más quiero- -¡Te felicito! Eres un gran Artista- Entonces el anciano le pregunto un poco confundido... -¡Oye! ¿Él es el papá de tu alumno?- -Así es- -¡Esa foto es la de mi nieto!- El dueño de la casa en ese momento se dio la vuelta, sus ojos estaban cubiertos de llanto, se levantó de su asiento y preguntó: -¿Te gusta este retrato? El anciano se sentó, sus piernas le temblaban, no pudo articular palabra alguna. -Tu nieto me hizo una promesa y no pensé que la cumpliera de ésta manera- El hombre acomodo sus pinceles y fue en busca de algo, dentro de una caja sacó un sobre, ahí había una papel. -Te voy a leer lo que me escribio hace unos días: "... Querido padre, he visto tu tristeza por la ausencia de mi abuelo, iré a verlo y lo traeré a tu lado, te quiero.." - El señor guardo la carta, seco sus lágrimas y exclamó.. -Mi hijo cumplió su promesa, aunque ésta no era la manera que yo imaginaba, pues me contó que no lo recibiste, ni siquiera saliste a verlo, a su regreso sufrió un accidente y apenas logré alcanzarlo unos minutos antes de partir- Aquel día de visita el abuelo no hizo caso, su orgullo, su ser egoísta, sus ideas le cerraron la razón y por ello no atendió el llamado de su nieto -Padre no te preocupes, ya estás aquí ¿Quieres decir algo?- -¡Perdoname! No tengo palabras que logren borrar mis errores- -Esta bien, no te preocupes, llegas en el momento preciso, acabo de terminar esta pintura, es tuya, llevala en nombre de tu nieto- Los ancianos dejaron la casa y volvieron a la estacion del tren -¿Te sucede algo amigo?- -Quién iba a creer que tu alumno era mi nieto- -¿Te asombra el destino?- -Por supuesto, ahora entiendo muchas cosas- -¿Quieres subir al tren? -¡No se que hacer!- La llamada de acceso sonó en los altavoces, era hora de partir. -¿Nos vamos?- El hombre no respondió, sólo se levantó y se fue. Media hora después tocó a la puerta, su hijo y su nieto lo esperaban con los brazos abiertos. El hombre exclamó: -¿Como es esto posible?- El joven explicó lo siguiente: -Mi maestro te conoce, sabía de ti hace mucho tiempo atrás, conoce tu ego y tu necedad. Platique con él y me propuso esto para hacerte reaccionar. Juntos planeamos su encuentro y lo demas ya tú lo sabes- Con risas y abrazos el abuelo se disculpo, el joven logró lo que tanto deseaba y era ver a su padre unido al suyo festejando una de tantas creaciónes hechas por él. El artista une al ser humano a través de sus creaciónes y que mejor que la pintura para plasmar la esencia de alguien. Ideas del autor Mauricio Zamora Seudónimo Corazón de Muñeco

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