Sueño

Eran diez de la noche en un día cualquiera, la jornada de trabajo había terminado y me disponía a regresar, me despedí de algunos amigos y salí a la calle, ya estando afuera decidí revisar mis mensajes, cual sería mi sorpresa que cuando miré la hora nuevamente en mi telefóno, el rejol estaba totalmente en ceros. Que caso tan curioso, fue cuestión de un instante, el teléfono volvió a retomar la hora, lo único que recuerdo después es que desperté. Vi a mi hermano levantarse, nuestra habitación era la misma de siempre, sin embargo sentí algo diferente en el ambiente. Somos cinco hermanos aparte de mis padres, nuestra casa no es grande, solo dos habitaciones, por lo mismo los cuatro hombres dormíamos juntos y mi hermana la menor en el otro cuarto con ellos. Volví a mirar la hora, no recuerdo nada de como regrese, quizás podrían pensar que volví ahogado en vino, pero realmente no bebo más que para convivir. Mi hermano se levantó rápidamente, lo miré y le noté algo extraño, estaba más joven ¡increíble! Ahí escuché a mi madre, ya estaba en la cocina poniendo café a calentar. Ella parecía de 35 años, se movía rápidamente, nada que ver con lo que era. Entonces pregunté ¿Qué fecha es hoy? Y por respuesta obtuve la fecha exacta, pero note que mi teléfono decía lo contrario. El horario era el mismo pero de otro año. Sin pensarlo decidí verificar mis mensajes, ahí empecé a sospechar, no tenía ninguno y tampoco ni una fotografía. Me levante, vi a mi padre apurado, mi hermanos de la misma forma ¿Y mi hermana? Les pregunté y me dijeron que solamente éramos nosotros. ¡Caray! Mi hermana no había nacido, entonces salí a la calle, vi algunos vecinos haciendose preguntas, cuando mi hermano mayor me vio mencionó lo siguiente: ¡Qué extraño, parece que el tiempo se ha revuelto! ¿Lo notaste? Ya estando afuera no vi mi carro, ni el de mi tercer hermano, en unos segundos la vecina se presentó afirmando: ¡Yo anoche me pareció verlos llegar! ¡Pasaron por el pasillo acompañados de una persona, pero no logré verla bien! Mi madre ya andaba con las vecinas, ellas también habían cambiado. Fue en ese instante que decidí investigar más, pues al parecer regrese al pasado, con la tecnología del futuro, pero indudablemente algo había ocurrido esa noche y debería saber qué era. Como éramos los mayores salimos en direcciones diferentes, tire el teléfono y volví a caminar con un rumbo fijo en la mente, ahora nada me detendría. Abducido Ideas del autor Mauricio Zamora