lunes, 4 de abril de 2016

Un ser con suerte

Dos monedas de oro., un día me regalaron
Una copa de vidrio y un zarape robado
Hoy puse una moneda... ¡En las manos de un pobre!
Para que no sufriera. ¡Para que ya no llore!
Y camine, pues no lo conocía
No voltee, ¿para qué? ¡El ya no estaría!!


A mi otra moneda, la hice cambiar por bendiciones
En una iglesia, ¡La puse sin contemplaciones!
Me quedaba la copa., de ella me hiciste beber
No fue vino, ni agua., ha sido el néctar más dulce, más sublime
Pues fue ¡Rica miel!
Esa copa, la puse en un altar prometido
Para que la tomase, no yo ¡Sino tu elegido!
Solo me quedaba el zarape
Con el cubriría mis tristezas, angustias, flaquezas
Mas no lo quise así
Lo deje en una posada, para el caminante, para el viajero
Si me lo diste., ya no lo necesitaba.
Esta es la historia de un pobre...
Que no buscaba nada...
Lo ha tenido todo y, según él no lo encontraba.
Ahora yace sin nada., mirando el cielo de frente
Su tumba es su morada
Cubierto solo, de tierra ¡Corriente!

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